Víctimas de ETA y los GAL se reúnen por primera vez en una parroquia de Madrid

En la parroquia estaba Lucía, nieta de Carrero Blanco, acompañada por su madre y nuera del sucesor de Franco asesinado por ETA. Tras intervenir, ambas se abrazaron a las víctimas y el expreso de la banda. Los tres asistentes pidieron acelerar la paz.

El primer encuentro abierto al público y en Madrid de víctimas de ETA, los GAL y expresos de la banda terrorista tuvo lugar durante la tarde noche del viernes (ayer 11 de abril) en la simbólica parroquia de San Carlos Borromeo, en el popular barrio de Entrevías. Los periodistas -con permiso para asistir también por primera vez- habían sido avisados con discreción porque temían que el acto fuera boicoteado por algún grupo ultra.

A las seis de la tarde, el expreso etarra Josean Magila Fernandez, Axun Lasa y Rosa Rodero, ambas víctimas de ETA y los GAL, esperaban en la puerta charlando de manera distendida y algo nerviosos. Esa mañana habían compartido viaje hasta Madrid para pedir al Gobierno impulsar la paz y mostrar una pluralidad de voces de víctimas del País Vasco. El objetivo, abrir un diálogo con el público a través de su experiencia y pedir la reconciliación personal y social.

"Queremos que lo que decimos en Euskadi se escuche aquí. Que vean que es necesario dar pasos para la paz. Yo lo hago por mi marido, por la lucha que él empezó y le quitó la vida. Necesitamos una Euskadi en paz" arrancó Rosa Rodero, viuda del sargento de la Ertzaintza Joseba Goicoetxea, asesinado en 1993. Al comienzo, el presentador recordó los repetidos intentos de Rosa por caminar hacia esa reconciliación que hasta hace nada parecía imposible. "Hace unos meses, en el veinte aniversario de la muerte de su marido, invitó a un familiar del histórico dirigente del aparato político-militar Txiqui -fusilado durante la dictadura- y a un exdirigente de ETA, para estar presentes. Cerraron el funeral con un abrazo transmitiendo que la paz es posible".

Los tres participantes se presentaron contando su experiencia. Axun Lasa, hermana de José Antonio Lasa, recordaba. "Mi historia personal empezó en 1982, detenida por la Guardia Civil y torturada durante una semana en Madrid. Y se cumplió una amenaza que me hicieron en comisaría, poco después no volvería a ver a mi hermano con vida; le secuestraron. A los doce años nos avisaron, los cuerpos fueron encontrados en Alicante, brutalmente torturados, enterrados en 50 kilos de cal viva". Al principio con rabia, luego reconfortada, Axun comenzó a participar en las reuniones secretas entre víctimas hace unos años. "Mirarnos a los ojos y escuchar al otro; cómo se le quiebra la voz al hablar desde el corazón y no desde la mente. A mi estos encuentros me dan mucha humanidad".

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Sentado entre Lasa y Rodero, habló Josean-Magila Fernández, ex miembro de la banda terrorista. Emocionado, se le quebró la voz, lloró y comenzó a hablar. "Gracias por permitirme participar en este encuentro. He pertenecido a ETA. He pasado 22 años en la cárcel. No represento a nadie. Hoy en día mi arma es la palabra y sobre la palabra quiero construir la reconciliación y la paz. No queremos que haya más dolor".

En parroquia, abarrotada hasta el final del acto, los asistentes preguntaron sobre el perdón, el dolor como motor de cambio, el proceso de paz, la condición de las víctimas... Entre el público estaba Lucía, nieta de Carrero Blanco, acompañada por su madre y nuera del sucesor de Franco asesinado por ETA. "Son 42 años de no hablar de esto. A veces, por llamarte de una determinada manera, la gente cree que piensas de una determinada manera. Todos tenemos prejuicios" dijo emocionada. Después, junto a su madre, se acercaron a la mesa redonda, presidida por el Jesucristo de esta parroquia obrera, para fundirse todos juntos en un largo abrazo. Aplauso rotundo. Como decía el público, historia pura.

Borromeo, donde todo es posible

El párroco Javier Baeza cedió el lugar para el encuentro cuando se lo pidió el actor Carlos Olaya, vinculado a la actividad social de la parroquia. El actor, semanas atrás, decidió organizarlo a raíz de la prohibición de la manifestación de Herrira convocada en Bilbao en apoyo a los presos. Conoció a Asún Lasa y Joseán Hernández durante el rodaje en el que participa en la película sobre la vida de Lasa y Zabala. "Pensé que tenía que hacer algo, el mejor lugar era este y Javier Baeza no puso ningún inconveniente" recuerda Olaya.

El actor Carlos Olaya se encargó de abrir el acto con la lectura de mensajes de apoyo de escritores y políticos, entre ellos Federico Mayor Zaragoza o Luis Eduardo Aute "Os deseo el mejor de los éxitos para ese encuentro" escribió Aute. "Hablar y hablar hasta encontrarnos. Me parece muy conveniente la celebración del acto y en la lejanía estaré con vosotros. Un abrazo, Rosa Lluc" hija de Ernest Lluch. La parroquia popular de las afueras de Madrid estuvo con el aforo completo durante las cuatro horas que duró el acto. Habituales del centro religioso habían ido a escucharles, visiblemente emocionados de uno y otro lado de la mesa redonda, más de una decena de asistentes se levantaron a charlar o preguntar a la mesa.

Desde el año 2007 a 2012 el Gobierno vasco propició encuentros de víctimas de ETA y de los GAL. En estos cinco años de trabajo intenso tuvieron lugar unos veinticinco, en secreto y discretos, para evitar presiones. Buscaban unirse a través del sufrimiento, más allá de ideologías y prejuicios. Construir la paz, buscar la resolución política del conflicto pero también una resolución apoyada en los derechos humanos. Para este grupo de víctimas, la paz pasa ahora por respetar la legalidad; acercar a los presos etarras, entre ellos los enfermos y ancianos; y reconocer la condición de víctimas de ETA, pero también de los GAL, y de otras muchas que se consideran dañadas después de décadas de conflicto.