Moscú acusa a Obama de lastrar los acuerdos: "Nosotros no chantajeamos"
La crisis de Ucrania tensa cada vez más las relaciones entre EEUU y Rusia
El jefe de la diplomacia de Moscú, Seguéi Lavrov, ha acusado a la administración Obama de lastrar los acuerdos a cuatro bandas del Jueves Santo en Ginebra. Además, el jefe del gobierno de Ucrania denuncia directamente que Rusia quiere consumar una ocupación militar del este de su país y ha llegado a hablar de riesgo de "una tercera guerra mundial". Washington sigue mirando con lupa los movimientos militares rusos en la frontera con Ucrania aunque, en principio, la secretaría de Estado considera que estas maniobras no suponen un riesgo de intervención inminente.
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Rusia, a diferencia de Estados Unidos, no chantajea ni amenaza a los países que no comparten su política exterior, ha dicho este viernes en Moscú el ministro de Asuntos Exteriores ruso, Serguéi Lavrov. "No obligamos a nadie, no chantajeamos a nadie con amenazas de cortar ayudas si no se vota como se debe. Así hacen los estadounidenses cuando recogen votos por todo el mundo", comentó Lavrov respecto a la votación en la Asamblea General de la ONU de la resolución sobre Ucrania.
Cien países apoyaron a finales de marzo la resolución de la ONU que negó validez al referéndum celebrado en Crimea y que abrió la puerta a la incorporación de la península a Rusia. "Nos cuentan los métodos con los que trabajan los estadounidenses con estados de las más diversas regiones. No son nuestros métodos. No vamos a chantajear ni amenazar, somos gente respetuosa", manifestó el jefe de la diplomacia rusa.
Durante el foro de jóvenes diplomáticos de la Comunidad de Estados Independientes (CEI), que agrupa a la mayoría de las antiguas repúblicas soviéticas, Lavrov dijo entender los motivos que llevaron a la abstención a algunos miembros del club postsoviético. "Con nosotros votaron (en contra de la resolución) Bielorrusia y Armenia. Otros socios y aliados nuestros se abstuvieron o no participaron en la votación. Entendemos sus motivos, pero creemos que sería importante que actuáramos todos al unísono", subrayó.
Por otro lado, el ministro aseguró sentir vergüenza por algunos políticos rusos que han manifestado exigencias territoriales a la vecina república de Kazajistán (miembro de la CEI), donde al igual que en Crimea viven muchos rusos étnicos. "Siento vergüenza por estas declaraciones. Las considero inaceptables", dijo Lavrov, quién recordó que según las leyes rusas "sólo el presidente, el primer ministro y el ministro de Exteriores" pueden pronunciarse sobre estos asuntos.
El titular de Exteriores subrayó que el de Crimea "es un caso especial", dado que se trata de "una tierra rusa, en la que se ha vertido mucha sangre rusa". "Los crimeos fueron llevados hasta la desesperación y no vieron otra salida que la reunificación con Rusia para salvar los pueblos que viven en Crimea. (...) No hubo ni pudo haber planes para incorporar Crimea", concluyó Lavrov.