Ocio y cultura

Diez cosas que recomendaría de Guatemala

Guatemala es el país más completo de Centroamérica para un viajero. En poco más de 100.000 kilómetros cuadrados de superficie alberga selvas, playas, ciudades coloniales, cultura indígena, cafetales, volcanes aún activos y algunas de la mejores ruinas del mundo maya. Un viaje completo sin salir de sus fronteras. Estos son 10 de los lugares imprescindibles para conocer el país.

1. Antigua

La ciudad colonial más bella de Guatemala fue también la antigua capital del país hasta 1773, cuando el terremoto de Santa Marta forzó a los españoles a construir una nueva capital en otra zona menos sísmica. De ahí su nombre. Antigua, que en realidad se llamaba Santiago de los Caballeros de Guatemala, quedó prácticamente abandonada. Años más tarde, con el auge de las plantaciones de café, los guatemaltecos fueron volviendo poco a poco a la ciudad, que recuperó parte de su esplendor, pero no la capitalidad. Hoy es una agradable recinto de arquitectura colonial, lleno de fachadas renacentistas y ejemplos del barroco del Nuevo Mundo, con buen ambiente, rodeada de un soberbio paisaje de volcanes y con muchos hoteles boutique y restaurantes con encanto.

2. El lago Atitlán

El Atitlán es un enorme lago de origen volcánico rodeado de conos aún activos que forma uno de los paisajes más bellos de Guatemala. Sus aguas azules están ocluidas en una caldera de paredes casi verticales, restos del extinto cráter, que le dan un toque de misterio. Para llegar a sus riberas hay que bajar una carretera que serpentea por las laderas de viejas erupciones. Una postal de ensueño. Sus riberas están pobladas por comunidades indígenas mayas que preservan con fiereza su lengua y sus costumbres.

3. Espeleología en Candelaria

Alta Verapaz, un departamento del norte de Guatemala, a 200 kilómetros de la capital, alberga uno de los mayores sistemas cavernarios de Centroámerica. Una red de más de 80 kilómetros de cuevas horadadas en los macizos de roca caliza protegidas bajo la figura de Parque Nacional de las Cuevas de Candelaria. Cinco de las entradas han sido acondicionadas para la práctica de la espeleología guiada por expertos de las comunidades indígenas cercanas. La más famosa es la de Los Nacimientos, que se explora por un río subterráneo mediante botes inflables. Otra sima muy recomendable es la de Bombil Pek, con acceso mediante un vertiginoso rapel de 65 metros.

4. Trekking en el Petén

El Instituto Guatemalteco de Turismo promociona desde hace meses el plan Maya Trek, una invitación a recorrer a pie la Reserva de la Biosfera Maya, espacio protegido al norte del país que ocupa el 19% del territorio nacional. De momento hay dos recorridos preparado: El Zots es un trekking de 3 días y 2 noches (50 km.) que finaliza en la ruinas de Tikal. El trekking del Mirador, más exigente, son cinco días y 4 noches (100 km.) con destino a las ruinas de la ciudad del periodo maya preclásico de El Mirador.

5. Estación biológica Las Guacamayas

Durante 14 años una fundación altruista gestionó este enorme espacio de bosque subtropical dentro del parque nacional Laguna del Tigre. Cuando la fundación se quedó sin fondos y el bosque estaba amenazado de tala, como ha pasado con otras miles de hectáreas en el Petén una de las familias más adineradas de Guatemala lo compró para ponerlo en manos de otra organización ecologista y que siguiera cumpliendo su misión santuario de biodiversidad. Es el único lugar de Guatemala donde anidan de forma natural las guacamayas rojas. Cuenta con un agradable lodge para alojarse, un programa de investigación con varios biólogos y organiza rutas a pie por los senderos que surcan esta impresionante selva primaria.

6. Livingstone

La localidad más atípica de Guatemala está en la costa atlántica, en la desembocadura del río Dulce, y acoge a la mayoría de la población garífuna, descendientes de esclavos negros traídos a las plantaciones de Centroamérica. Nada que ver con la Guatemala maya del Altiplano; aquí el ambiente, los colores, las gentes, la música y la gastronomía recuerdan más al Caribe. La calle principal de la ciudad es una sucesión de tiendas y restaurantes que acogen al cada vez más numeroso turismo. Las palyas cercana s no valen nada, pero se puede ir en lancha (1,25 euros) hasta los arenales de Playa Blanca o Siete Altares, que si son como uno espera que sea una playa.

7. Pozas Semuc Champey

Cerca de Lanquín, en la Alta Verapaz, el río Cahabón excavó un extraño paisaje. Unas gigantescas rocas cayeron de la montaña sobre el cauce, obstruyéndolo. Al final el río se abrió paso por debajo de ese atasco de piedra de una manera turbulenta y torrencial. Sin embargo, los manantiales que fluyen de las laderas selváticas excavaron encima otras pozas de aguas limpias y tranquilas que se han convertido en el principal reclamo turístico de la comarca. Lanquín y las pozas de Semuc Champey son uno de los destinos favoritos de mochileros en Guatemala. Hay muchos alojamientos baratos y buen rollo joven.

8. Subir a un volcán

Guatemala es la tierra de los volcanes. Hay más de 300 focos eruptivos en el país, la mayoría en la sierra Madre, paralela al Pacífico. De ellos, más de 30 tiene la típica forma y tamaño de un volcán clásico, con alturas que llegan a superar los 4.000 metros. Y mucho están aún activos, como el volcán de Fuego, el Pacaya o el Santiaguito. Subir a alguna de estas cumbres es una de las más maravillosas experiencias de naturaleza que se puedan hacer en el país. Muchas empresas organizan trekkings a la cumbre del Tajumulco (el más alto de todo, 4.220 metros), del Pacaya (aunque esté activo) o el Santa María.

9. El Río Dulce

Es el desagüe por el que el gran lago Izabal conecta con el Atlántico. El río tiene 43 kilómetros y está bordado de pequeñas poblaciones de pescadores y de clubes marítimos donde atracan lujosas embarcaciones. Por un capricho de la naturaleza, sus últimos 16 kilómetros están formados por un cañón de altas paredes tallado en la roca caliza del lugar. Las laderas selváticas cubiertas de vegetación y la magnitud del cauce forman uno de los parajes más sorprendentes de Guatemala. Lo normal es recórrelo en una lancha de alquiler entre la población de Río Dulce, cerca de donde desagua el lago, hasta Livingstone, en la desembocadura. El viaje lleva una hora y media.

10. Disfrutar la cultura maya

Guatemala es el corazón del mundo maya. Lo que hoy conocemos por ese nombre es un pequeño país 108.000 km2, pero cuando Guatemala era la Capitanía General de Guatemala, bajo colonia española, en el siglo XVII, abarcaba desde el estado mexicano de Chiapas al norte hasta la actual Costa Rica, al sur, e incluía casi la totalidad del territorio del que un día fue uno de los imperios más poderosos de América, el de los mayas. El 51% de la población guatemalteca sigue siendo indígena. Y sus cultura y sus lenguas (los mayas eran una federación de diversas etnias) siguen vivas en lugares como los poblados que rodean el lago Atitlán, Chichicastenango y muchos otros lugares.

Es hora de tomarse unas vacaciones y disfrutar de Guatemala o cualquier otro destino con el que alguna vez hayas soñado. ¡Antes o después habrá que habrá cumplir ese sueño! ¿O no? Ya sabes lo que dicen... nunca es demasiado pronto ni demasiado tarde para viajar. ¿Te animas a vivir una experiencia increíble este verano?

Todas las fotos © Paco Nadal

 

 
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