Una 'cabezada' en Ikea, nueva moda china
En China son cada vez más los que acuden a la multinacional para hacer uso de sus colchones y sofás
Madrid
La nueva moda china de 'la siesta' en los sillones de IKEA, no supone un obstáculo para la empresa sueca que ve con buenos ojos este fenómeno. Sin embargo, han aparecido casos en los que empleados y clientes han tenido altercados en torno al tema.
Una nueva afición ha aparecido en China. Ya se habían documentado anteriormente diversos lugares extraños por todo el mundo en donde echar la siesta, que van desde cafeterías con espacios reservados para este tipo de descanso, hasta locales como los surgidos en Japón en donde "se vendían siestas con jóvenes guapas".
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Este fenómeno ha dado lugar a diferentes sitios webs e incluso aplicaciones, como Google Naps, el Google Maps que te indica dónde echar una siesta.
Ahora en China parecen haber encontrado un nuevo sitio idóneo para echar una 'cabezadita' y no es otro sitio que los sillones y camas de la multinacional sueca, IKEA.
Son cada vez más en el país, los que acuden a este tipo de comercios con la finalidad de pasar un rato agradable y de relax. Ante tal fenómeno, el portavoz de IKEA Josefin Thorell ha declarado que la empresa no lo ve como algo negativo. "Este es un fenómeno espontáneo. Algunos de los clientes que entran a nuestras tiendas en China, se duermen en las camas. IKEA en China no hace nada para prevenirlo, ni nada para atraer a los durmientes. Pero nosotros no lo vemos como un problema, somos felices si las personas se sienten como en casa en nuestras tiendas." Además, según ha afirmado, "ciertamente, esto implica un poco de trabajo adicional para el personal. Pero, por otro lado, si los clientes prueban nuestros muebles y les gusta, podemos vender un colchón extra o dos."
Con ello, IKEA parece estar encantada con esta nueva afición que lejos de perjudicarle, puede incluso convertirse en un mecanismo de publicidad para la empresa.
No obstante, ha habido casos en los que la actitud de la clientela ha generado conflictos con los empleados, ya que éstos últimos se han quejado en ocasiones de entrar en altercados con clientes ingobernables que acuden a IKEA para únicamente disfrutar del aire acondicionado, entre otros beneficios, sin consumir ni comprar ninguno de sus productos.