El debate que el lunes celebró el PSOE dejó una novedad: los tres candidatos que aspiran a liderar el partido proponen que las primarias de las que saldrá el candidato a la Moncloa sean en noviembre. Pero eso no significa que vayan a ser en noviembre, según advierten varios dirigentes de importantes federaciones, de la actual dirección y del ámbito local. «La decisión la tiene que tomar un comité federal o incluso el congreso, no puede ser cosa de una sola persona aunque esa persona sea el secretario general recién elegido», avisan. A juicio de muchos de ellos, «el partido no puede salir de este proceso interno para meterse en otra batalla en otoño, a las puertas de unas municipales y con la cuestión catalana de fondo». El debate está abierto porque existen también voces partidarias de la fecha prevista -los candidatos, para empezar- y que previenen del coste para el nuevo líder si las elecciones no se celebran en la fecha por la que se ha decantado en público. «Basta de mirarnos el ombligo, no podemos estar hablando continuamente de nosotros porque las preocupaciones de la gente son otras», se queja un dirigente territorial ante la perspectiva de que el PSOE celebre las elecciones internas en noviembre, fecha que, por otra parte, es la que estaba ya prevista. A la vuelta del verano se celebrarán las primarias para escoger a los candidatos autonómicos y de las grandes ciudades, «y después hay que tensionar al partido para las elecciones municipales, que es donde está el gran reto», continúa ese mismo dirigente. «Es una locura, me lo dicen muchos alcaldes», apunta otro que asegura que los candidatos tendrán problemas para instalar sus propuestas en la opinión pública «si los medios sólo hablan de los líos del partido». «Llevamos ya mucho tiempo discutiendo de nosotros», abunda otro responsable que introduce un argumento más: «No se puede ir a ese proceso con el debate catalán de fondo, que es una cuestión muy grave». Esta impresión, que comparten varias federaciones, se apoya además en un razonamiento orgánico. «Hay unos estatutos -dice un cargo del partido- y establecen que la fecha de las primarias la deciden los órganos de dirección. Ese órgano es el comité federal, donde están representados los territorios y el poder municipal de este partido». «Más que lo que decida una persona me gusta lo que decida el partido en su conjunto. Y podría hacerlo en el congreso», añade un secretario general. «La fecha -según remarcan desde otro territorio- será la que acuerden los representantes de las federaciones con la nueva dirección. Es lo que marcan los estatutos». Eduardo Madina insistió este miércoles en que si él es el nuevo líder convocará primarias en la última semana de noviembre «y probablemente el secretario general se presentará» a ese proceso. Pedro Sánchez, el único que aún no se había pronunciado sobre la fecha, dijo el lunes: «No hay lugar a dudas. Si soy secretario general propondré convocar primarias abiertas en noviembre de este año», según aclaró en un tuit porque en el debate emplazó por error al año 2015. A favor de noviembre No todos los socialistas consultados por la SER, sin embargo, opinan de la misma manera. «Yo en noviembre no estoy en campaña, no me molesta que haya primarias porque, además, el impacto político que generan puede ser positivo para el partido», asegura un alcalde. El responsable de otra federación abunda: «No veo razones para mover el calendario» aun considerando la situación catalana. Y un motivo más: «Debería tener claro todo el mundo que este secretario general, el nuevo líder del PSOE, saldrá elegido por el voto directo de los militantes, con la legitimidad que eso te da. Y los secretarios generales de las federaciones, en cambio, no han sido elegidos con ese procedimiento». Sostiene un diputado más veterano: «Yo creo que hay que resolverlo todo cuanto antes. Si estaban previstas en noviembre, tienen que hacerse en noviembre. Eso sí, lo que me parece de toda lógica es que quien sea secretario general se presente a las primarias y sea el elegido». Pero eso, como todo en el PSOE, es imposible de prever. De entrada, porque Carme Chacón ha anunciado que su intención es concurrir a las primarias para llegar a ser la candidata socialista a la presidencia del Gobierno. «Ya se verá, esto da muchas vueltas», repone ese parlamentario. «Ella dijo que se presentaría y hay que ser consecuente con lo que se dice», puntualiza una persona próxima a la exministra. Lo que hay de fondo en el debate al que se enfrenta otra vez el PSOE son los recelos que despierta la fórmula de primarias abiertas a los simpatizantes, fórmula por la que algunos apuestan de manera decidida mientras otros rebaten porque supone perder el control de una decisión estratégica. El PSOE, de hecho, rechazó varias veces el voto abierto a los militantes para escoger a su secretario general en el Congreso, como ahora ocurrirá aunque no lo recojan los estatutos. Los candidatos Fuentes de las candidaturas se remiten a lo que dijeron los aspirantes durante el debate del lunes. «Sánchez fue muy claro», apuntan en su equipo. «La decisión depende del secretario general. Si es elegido con esta propuesta prioritaria no puede no haber primarias», explican en el de Madina. Miembros de Izquierda Socialista, cuyo candidato es Pérez Tapias, aseguran que la fecha tiene que adoptarla un comité federal. Un socialista que conoce bien a los aspirantes cree que si todos se comprometieron con la fecha fue para demostrar su autonomía y advierte de que todo lo que se diga pero al final no se haga «repercutirá para mal» en la credibilidad que tenga el futuro líder del socialismo en España.