Emil (MasterChef): "Me siento vencedor moral. Nadie ha cocinado mejor que yo"

El barcelonés Emil Samper era el claro favorito para ganar la segunda edición de Masterchef, pero el título, finalmente, se lo jugarán Mateo y Vicky. Nieto e hijo de pescadores, Emil se crio entre guisos marineros. Una base culinaria que ha podido enriquecer, ya de mayor, visitando «un montón de grandes restaurantes». Dice que ha tocado el cielo varias veces («en elBulli, Akelarre, DiverXo») y habla de su paso por el concurso de TVE como una experiencia enriquecedora en la que ha aprendido de cocina y también de cómo funciona la televisión. En su día acató la decisión del jurado con elegancia. Hoy dice sentirse «vencedor moral» y recuerda que, hasta el momento, nadie ha cocinado mejor que él. Tiene varias ofertas sobre la mesa pero en breve se incorporará a Àbac como stagier y también estrenará un blog de crítica gastronómica. Se ha ido (o le han echado)... pero promete volver. ¿Qué te ha pasado? A mí no me ha pasado nada. Es el jurado quien decide qué plato pasa la prueba y qué plato no. Lo dices como si no te importara... ¡No, claro que me importa! Si no, no me hubiera apuntado. Pero no es que no haya podido cocinar o que me encontrase mal. He trabajado con ganas y he hecho el mejor plato que he podido. ¡Eras el gran favorito, Emil! Dentro sentía que cocinaba mejor que los demás... ¡pero de lejos! Si lo digo yo parece que ya está otra vez el prepotente, el creído, el resabidillo... Así es como me han mostrado en la tele, pero es la verdad, es lo que pienso, y quizás ese haya sido el hándicap de mi participación en el programa. ¿Eso crees? Si yo empecé en un nivel de 6 y acabé en un 8, por decir algo, hay otros que empezaron mucho más abajo y que, aunque no hayan llegado a mi nivel, sí han evolucionado mucho más. Yo me siento vencedor moral del programa porque me he ido y todavía nadie ha cocinado mejor que yo. Diciéndolo vuelvo a parecer un prepotente pero digo lo que pienso, nada más. ¿Te veías como ganador? Me he sentido con posibilidades pero, por otro lado, desde el programa número tres he visto que MasterChef no sólo va de cocinar sino que hay otros elementos, así que el día que la cagas medianamente, te puedes ir. El jurado siempre puede encontrar argumentos para decir que tu plato es el peor. ¿Qué otras cosas pueden influir? Es un programa de televisión así que, evidentemente, la audiencia. El hecho de grabar y montar ya es una interpretación de la realidad. ¿Insinúas que la cámara prefiere a ciertos concursantes, aunque cocinen un poco peor? No, no, yo no insinúo nada. Solo digo que, desde el primer casting se tienen en cuenta valores no culinarios. Pero bueno, no es una crítica. Esos mismos valores son los que me han hecho estar en MasterChef. ¿Esperabas que echasen a otro? Sabía que me iba yo. Lo tenía más claro que el agua. Incluso antes de ponerme a cocinar... ¿En serio? Absolutamente. ¿Y cómo puede ser eso? Creo que es porque estoy familiarizado con la narrativa televisiva. Cuando empezaron a llamarme Rey León supe que, tarde o temprano, me iba a ir... ¿Ya le has regalado un sombrero de copa a Pepe Rodríguez? [Risas]. Lo he encargado a medida y lo tengo preparado para dárselo cuando vaya a Madrid. Ya hemos quedado para cenar en El Bohío... Dijeron que tu curry verde había sido el mejor plato cocinado en MasterChef. Supongo que tienes ese instante enmarcado y colgado en la pared... Era un fettuccine de calamar con curry verde y, sí, al margen de que a ellos les gustara más o menos, es un plato que había experimentado antes y que a la gente le encantaba, así que lo voy a incorporar al menú de mi restaurante. ¿Es ese el plato del que te sientes más orgulloso, o hay otro? Me sentí muy feliz con el curry rojo. Diego Guerrero y Dani García me pidieron la receta porque conseguí hacer un plato equilibrado de curry sin usar leche de coco. Utilizando solo remolacha, sandía, grosella o fresas. ¡Un curry de frutos rojos! Me parece un plato absolutamente original y no he encontrado nada parecido en ningún restaurante ni en Internet. Me siento especialmente orgulloso por la creatividad, la complejidad y lo difícil que resulta conseguir el equilibrio de sabores. Con el plato de restos de cocido te cayeron palos... Que Pepe [Rodríguez] dijera que ese plato había sido el peor de Masterchef era para descojonarse en su cara. En MasterChef he visto tartas que se autodestruyen, conejos diplodocus, alcachofas con erupción de paté, anémonas ahogadas en su propio jugo, seitán en sándwich... ¡He visto tal cantidad de desastres que llamar a eso «el peor plato» es un desacato culinario! Visto así... Creo que Pepe lo dijo por dar un poco de impulso a su discurso pero luego me reconoció que había sido un malentendido, que se refería al peor plato de la noche, no de MasterChef. Además, ¡la respuesta en Internet fue clara! ¿Cómo pudo decir eso si la cocción era perfecta? El concepto te podrá gustar más o menos pero si un plato está bien cocinado... También te llevas buenos momentos... La experiencia de cocinar frente a frente con Pedro Subijana fue una de las cosas más interesantes que han sucedido en el programa. Para mí fue muy emocionante. He oído frases como: «A Emil Samper le dicen que su plato está, simplemente, muy bien, y se hincha como un pavo». ¡Pues sí! Si de algo me puedo hinchar es de que más de un cocinero profesional, de los que llevan años manteniéndose arriba de todo, con lo duro que es eso, me haya dicho que el plato está muy bien. Eso es un orgullo y me hincho como un pavo o como un elefante, si hace falta. ¿Cuál ha sido tu peor momento en MasterChef? No puedo decirlo. ¿Por qué? Porque tengo un contrato de confidencialidad que me lo impide. Te vas a perder a los hermanos Roca... No me los pierdo, en realidad. Estuve en el plató y, aunque ya los conocía, tuve la suerte de poder hablar con ellos... ¿Cuál es tu restaurante preferido, ahora mismo? El Dos Palillos, en la calle Elisabets de Barcelona. Me parece una propuesta emocionante, atrevida... Fusiona mundos de una manera intensa y equilibrada. Los platos son bonitos, sabrosos. El espacio, con la cocina tan cerca, también es una experiencia. Y la barra mantiene el rollo castizo del barrio chino... ¿Qué vas a hacer a partir de ahora? Mi intención es seguir con la publi. De hecho tengo un rodaje ya mismo. Es mi profesión, mi vocación... ¡y tengo una empresa que mover! Pero bueno, me ha sorprendido que nada más salir ya me hayan propuesto montar un restaurante o que me hayan presentado una oferta para montar food-trucks. Tengo que sentarme a pensar qué soy capaz de hacer porque no es lo mismo cocinar en casa o en MasterChef que llevar un restaurante... No te has decidido aún, entonces. De momento no, pero lo que más me interesa es seguir fusionando el mundo de la imagen con el de la cocina. De hecho la semana que viene grabo el programa piloto de un nuevo espacio culinario centrado en los niños. Queremos acercarles la cocina sin perder la magia pero, al mismo tiempo, sabiendo que un pollo no es un paquete del supermercado... ¿Apareces en pantalla? Sí, lo presento yo con un minichef... ¿Le vas a hacer la competencia a MasterChef Junior, entonces? No exactamente. Nuestro programa será completamente didáctico y MasterChef es un concurso, una competición. Mi intención no es competir con ellos, al contrario. @MateoMChef2 vs. @VickyMChef2 pic.twitter.com/Rh210p4w3t? Gastronomía (@GastroSER) julio 16, 2014 ¿A quién ves como favorito en la final? A Vicky. Creo que es la que más ganas tiene de ganar y también la que más claro tiene cómo conseguirlo. 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Emil (MasterChef): "Me siento vencedor moral. Nadie ha cocinado mejor que yo"

Entrevista a Emil Samper, uno de los favoritos para ganar la segunda edición de MasterChef, eliminado esta semana del concurso gastronómico de TVE

Carlos G. Cano