Obama: "Hemos torturado a detenidos tras el 11 de septiembre"

El presidente de Estados Unidos, reconoce por vez primera que su país, "torturó a algunas personas en el periodo posterior a los ataques terroristas del 11 de septiembre". Obama hizo esta afirmación, en la Casa Blanca, mientras hablaba sobre una investigación del Comité de Inteligencia del Senado sobre los procedimientos de interrogatorios de la CIA bajo la presidencia de George W Bush.

El presidente de Estados Unidos, reconoce por vez primera que su país, "torturó a algunas personas en el periodo posterior a los ataques terroristas del 11 de septiembre". Obama hizo esta afirmación, en la Casa Blanca, mientras hablaba sobre una investigación del Comité de Inteligencia del Senado sobre los procedimientos de interrogatorios de la CIA bajo la presidencia de George W. Bush.

"Tras los atentados del 11 de septiembre se hicieron algunas cosas que estaban mal. Hicimos un montón de cosas bien, pero torturamos a algunas personas, son cosas que hemos hechos y que son contrarias a nuestros valores", ha defendido el presidente estadounidense.

La investigación del Senado se centra en tácticas como el simulacro de ahogamiento y prisiones secretas para los sospechosos de terrorismo. Según funcionarios de la organización de Inteligencia, los interrogatorios coercitivos no dieron como resultado ningún avance significativo en la lucha contra el terrorismo o al Qaeda posterior a los ataques. Ese informe verá la luz en las próximas semanas.

El presidente norteamericano creía que los métodos fueron utilizados porque los funcionarios de seguridad estadounidense estaban bajo presión con el fin de prevenir otro ataque.

Actualmente Obama ha reafirmado su confianza en el actual director de la CIA, John Brennan, pero también ha dicho que un país como Estados Unidos no debe ir de "santurrón" justificando así que personal de la CIA hayan espiado ilegalmente a los senadores y miembros de la comisión que a su vez estaban investigando sus prácticas.

Y es que la CIA llevaba meses intentado saber por los métodos que fueran los datos que iban recabando los senadores del comité de investigación sobre las practicas que los agentes habían utilizado durante los interrogatorios. Varios senadores denunciaron que sus teléfonos estaban pinchados o que habían entrado en sus despachos y les habían desaparecido documentos. La sorpresa surgió cuando se confirmó que era la propia CIA la que entro de forma indebida en los ordenadores del personal del Congreso.