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Musica | Ocio y cultura

Wilco, el largo camino a la cima | 13-09-2014

El primer murmullo sobre aquel sonido vino del debut de Uncle Tupelo, la banda de Jeff Tweedy, Jay Farrar y Mike Heidorn. El grupo comenzó su carrera en 1990 con 'No depression', un disco clave que daría nombre a una revista de referencia y que fue el punto de partida para un género que contó con bandas como The Bottle Rockets, Blue Mountain o Whiskytown. Pero el camino de Uncle Tupelo estuvo lleno de baches y la mala relación entre Farrar y Tweedy provocó el abrupto final de la banda en 1994 tras editar cuatro álbumes. Uncle Tupelo apuntó una interesante ruta que seguirían otras bandas, pero se disolvió sin alcanzar éxito comercial.

En enero de 1994, Jay Farrar anunció que dejaba la banda por desavenencias con Tweedy. El grupo, sin embargo, cumplió con la gira que tenía programada para esa primavera. Durante ese tiempo, Tweedy fue escribiendo canciones y asegurándose la lealtad de sus compañeros de cara a un futuro grupo que tenía en mente. En agosto, Tweedy presentó Wilco y entró en el estudio para grabar el primer álbum de la banda, Jay Farrar formaría Son Volt, y en noviembre comenzó la grabación del fabuloso 'Trance'. Esta es la historia de los últimos 20 años de Wilco a través de sus ocho discos de estudio.

‘AM’ / 1995

El excelente debut de Wilco, tras el funesto final de Uncle Tupelo, supuso una grata sorpresa. Con todo, el álbum muestra una continuación del sonido de Uncle Tupelo, aunque apunta lo que sería el germen de las canciones más aplaudidas de la banda de Chicago. El álbum, que llegó a las tiendas apenas unos meses después de la separación de la anterior banda, generó una gran expectación y se creó cierto morbo por ver si sería mejor que 'Trance', el disco de Son Volt.

'AM' se presenta como un disco tranquilo y pausado más próximo al folk que al rock. Un álbum de canciones hermosas a las que el tiempo ha tratado bien como 'I must be high', el tema que abre el trabajo, la intensa 'Box full of letters' o la melancólica 'Its just that simple', el temazo que firma John Stirratt, el único miembro original de la banda que sigue junto a Tweedy a día de hoy. Sin embargo, la crítica de la época no se dejó impresionar por el debut de Wilco y la batalla final se la llevó la banda de Jay Farrar. Pero Tweedy entendió una cosa importante en aquella época: su rodaje tenía que ser en la carretera. Durante los siguientes años el grupo superó los 200 conciertos anuales, muchos de ellos con escaso público. Aquello, y la incorporación de Jay Bennett, dieron un nuevo enfoque al sonido del grupo, un giro musical que se plasmaría en su próxima entrega.

‘Being there’ / 1997

Los primeros acordes de 'Misunderstood', el tema que abre el segundo álbum de Wilco, mostraban un cambio en el sonido de la banda, una nueva carretera que llegaría a la cima en los siguientes trabajos. Tras no alcanzar las metas en su anterior trabajo, la banda dejó atrás la época de Uncle Tupelo para ofrecer un sonido nuevo con mayor peso de las guitarras y la experimentación. En la primera canción, un tema que habla de un artista torturado desde el punto de vista de un fan, los músicos se intercambiaron los instrumentos para tocar uno nuevo por primera vez. Pero 'Being there' también contiene canciones que enganchan con su anterior trabajo como 'Far far away' o 'Forget the flowers'.

'Being there' no resultó un disco sencillo, vino rodeado de mucha tensión y cambios importantes tanto en la formación de la banda como en la vida personal de los músicos. Tweedy, que venía de ser bajista en una banda de punk, se topó de pronto con un matrimonio, un hijo, una hipoteca y un contrato importante con una multinacional. Sus escasos planes vitales se habían visto súbitamente alterados.

El segundo álbum de Wilco dobló en ventas al primero y captó la atención de la prensa. También supuso un giro musical y la primera toma de contacto con lo que vendría después, con la ruptura de 'Summerteeth' y la explosión de 'Yankee Hotel Foxtrot'. Volver a escuchar canciones como 'I got you', 'Sunken treasure', 'Hotel Arizona' o las ya mencionadas es, sin embargo, necesario para apreciar lo que vendría después.

‘Summerteeth’ / 1999

Wilco empezó a cambiar con su tercer disco, Tweedy presentó al grupo unas canciones oscuras y depresivas y en lugar de grabar en vivo, como habían hecho hasta ahora, se encerró en la cabina del estudio junto a Jay Bennett para jugar con el sonido del grupo. El resultado gustó a sus seguidores pero falló en las tiendas perdiendo en ventas respecto a su aplaudido predecesor.

'Summerteeth' es, sin embargo, un disco fabuloso y diferente, un álbum cautivador y un tanto siniestro que capta las agonías de Tweedy y el ingenio de Bennett a la perfección. Todo eso se refleja en canciones tan penetrantes como 'We are just friends' o 'ELT', tan literarias como 'Via Chicago' o 'A shot in the arm' o tan enigmáticas como 'She is a Jar' y la fantástica 'Cant stand It'. El conjunto del disco gana con las escuchas por ese misterio intrínseco que oculta, por la experimentación de una banda en busca de algo diferente, algo que todavía no se muestra del todo pero que no tardará en aparecer en todo su esplendor.

Aunque el álbum no triunfó en EEUU, 'Summerteeth' fue el primer disco de Wilco en entrar en el Top40 de Reino Unido, la puerta a Europa, y fue elegido por el ‘Chicago Tribune', el hogar de la banda, como mejor álbum de aquel año.

‘Yankee Hotel Foxtrot’ / 2002

Todo lo que Wilco venía apuntando en sus anteriores trabajos se muestra con brillantez en 'Yankee Hotel Foxtrot', probablemente el mejor trabajo de la banda. Un disco redondo en el que figuran las grandes canciones de su carrera y que desde el ruidoso arranque de 'I am trying to break your Heart' va encadenando canciones soberbias y diferentes como 'Kamera', 'Radio Cure', 'War On War' y que todavía sube más el tono con 'Jesus etc', 'Ashes of Américan flags' y 'Heavy metal drummer'. El country alternativo que había liderado Uncle Tupelo toma un nuevo matiz con el cuarto álbum de Wilco.

El giro de sonido que tanto trabajo había costado a la banda fue rechazo por su sello, que se negó a editar el álbum. La banda lo ofreció en streaming en su página web y cuando fue editado por Nonesuch se convirtió en su mayor éxito vendiendo más que todos sus trabajos anteriores juntos y llegando a los puestos nobles del Billboard. Las nuevas canciones se asentaron en el cancionero habitual de las giras y muchas de ellas siguen cerrando sus conciertos. Decenas de publicaciones incluirían 'Yankee Hotel Foxtrot' entre los álbumes más destacados de la década y volver a escucharlo en orden y sin prisas sigue siendo un agradable viaje musical por un paisaje repleto de recovecos y matices.

‘A ghost is born’ / 2004

Tras el maravilloso 'Yankee Hotel Foxtrot', Jay Bennett abandonó el grupo por desavenencias con Tweedy. El enésimo problema interno de la banda dejó una formación que desde entonces se ha mantenido sin grandes cambios.

Superar la calidad de 'Yankee Hotel Foxtrot' era todo un reto, pero el nuevo álbum estuvo, cuanto menos, a la altura. Un buen puñado de canciones largas y densas que se presentaban con 'At least that's what you said', toda una declaración de intenciones, y que seguía con 'Handshake Drugs', 'Hummingbird' o la maravillosa 'Less than you think'.

El éxito que tuvo su anterior trabajo ayudó a crear expectación sobre el lanzamiento de 'A ghost is born' y en su primera semana superó las ventas de cualquier disco de Wilco. Su nuevo trabajo se vendió en todo el mundo y la banda de Chicago ganó dos premios Grammy en 2005 consagrándose como la gran banda alternativa, apenas diez años después de su formación.

‘Sky blue sky’ / 2007

Tras años convulsos en todos los aspectos, el sexto álbum de Wilco llega en un momento de estabilidad, con los roles definidos en la banda, sin grandes desavenencias entre los músicos y con ganas de volver a las canciones sencillas, a las grabaciones rápidas y tiernas. 'Sky blue sky' contiene todo eso. El disco presenta una nueva cara de la banda, las nuevas canciones, temas como 'Either way' o 'Hate It here', no suenan como los temas de 'Yankee Hotel Foxtrot' o 'A ghost is born', pero tampoco como las canciones de sus primeros discos.

'Sky blue sky' es, sin duda, un trabajo diferente, con otro ritmo y otro espíritu, pero un disco que ofrece una cara interesante de la banda. Una cara que parece tranquila pero que sigue teniendo pulso suficiente para convertir la melancolía en locura en una misma canción. Además, el álbum contiene temas que han encajado bien en el directo de una banda, que a esta altura de su carrera se había convertido en una de las formaciones más interesantes sobre el escenario.

El sexto disco de Wilco se convirtió en uno de sus trabajos más vendidos y en la confirmación de que la banda de Chicago era una de las mejores, una banda alternativa que sin renunciar a sus ideas - a pesar de ciertas críticas por la venta de sus canciones para anuncios de coches- había conseguido alcanzar el éxito comercial.

‘The álbum’ / 2009

El séptimo álbum de Wilco es, quizá, el menos relevante de su carrera. A pesar de ello, 'The album' mantiene el nivel y contiene algunas canciones tan redondas como 'You and I', dueto con la canadiense Feist, 'I will fight' o la divertida 'You never know'. Sin ser un mal disco, y siendo su material más accesible, el álbum carece de la trascendencia de sus entregas anteriores. A pesar de todo, el álbum llegó al número 4 del Billboard y estuvo nominado al Grammy a mejor disco de americana.

Para la época en la que el álbum llegó a las tiendas, Wilco se había confirmado como una de las bandas de rock más interesantes del momento, sus actuaciones rozaban la perfección y el grupo había creado su propio estudio, su propio sello discográfico y su propio festival, el Solid Sound. Además, la filtración del disco en internet forzó al grupo a colgar el álbum en su página web solicitando que aquellos que lo hubiesen pirateado hiciesen una donación a una organización de su ciudad que se encarga de atender a las familias sin recursos de Chicago. ‘The album’ demostró el talento de Wilco, una banda capaz de hacer que uno de sus peores trabajos tenga una enorme calidad y bastantes detalles interesantes.

‘The whole love’ / 2011

El comienzo de 'The whole love', con ese enorme y extenso 'Art of almost', demostró que Wilco seguía siendo capaz de firmar canciones a la altura de las mejores composiciones de su carrera. En su octava entrega hay varias muestras de ello ('Born alone', 'Standing O'). El grupo vuelve a conseguir enlazar canciones que mantienen el pulso a lo largo de todo el disco y que llega a su cenit con el soberbio cierre de 'One sunday morning', una composición de doce minutos que sintetiza todas las virtudes de esta banda. Su capacidad para hacer varias canciones en una, para mezclar melancólicas melodías con estruendoso ruido y su talento para hipnotizar con todo ello.

La última entrega hasta la fecha aleja cualquier temor de estancamiento en la banda, de conformismo y fue una alegría para aquellos que habían sido seducidos por los discos más atrevidos del grupo de Chicago. Ahora Wilco se prepara para celebrar sus veinte años, una efeméride que se conmemorará con su primer grandes éxitos y con el debut de Jeff Tweedy en solitario, acompañado de su hijo Spencer.

Twitter: AcardenalR

 
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