"En México gobierna la brutalidad"
El director del Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de las Casas habla en la SER: considera que la desaparición de los estudiantes de Ayotzinapa es un mensaje para los que en México se movilizan y exigen derechos sociales
Un artista pinta un mural en la Escuela de Magisterio de Ayotzinapa, Guerrero, en la que estudiaban los jóvenes desaparecidos / DANIEL BECERRIL (Reuters)
Madrid
Para el director del Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de las Casas, el caso de los estudiantes desaparecidos en Guerrero no es un caso aislado. "No sólo son 43 estudiantes", explica Victor Hugo López en entrevista con La Ventana. "Desde el 2005 hasta la fecha tenemos 15.000 personas desaparecidas, más de 60.000 asesinadas, 20.000 familias desplazadas. Todo dentro del contexto que comenzó en la guerra contra el narco y la delincuencia organizada".
'En México está gobernando la brutalidad'
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Victor Hugo López ha presentado en España el último informe del centro que dirige, uno de los más respetados de Latinoamérica: "Los derechos humanos a debate. Entre el cinismo oficial y la dignidad de los pueblos". Insiste en la idea: "el caso de Ayotzinapa desvela el vínculo tan cercano y la complicidad que puede existir entre funcioanrios del estado mexicano y la delincuencia organizada para ejecutar este tipo de asesinatos".
López denuncia que continúa una tradición de falta de respeto a los derechos humanos bien asentada en México: "Nos parece que hoy en día en México está gobernando la brutalidad, en términos del ejercicio del poder desmedido, la represión, el asesinato y la desaparición, pero también en términos de la poca sensibilidad política y el poco conocimiento de las garantías individuales y colectivas que deberían respetarse en los procedimientos administrativos y judiciales.
Considera que los estudiantes de Ayotzinapa no son víctimas elegidas al azar. Recuerda que en las escuelas normales (de magisterio) rurales estudian hijos de campesinos y de indígenas que a la vez son activistas. "Nos parece que es un mensaje a todo aquel que se movilice, que exija derechos y que esté reivindicando causas sociales".
Sin embargo cree que de la represión está surgiendo una corriente esperanzadora: "a diferencia de hace 20 años, cuando eran sólo los pueblos indígenas y los campesinos los olvidados, hoy todos los sectores están siendo tocados: estudiantes, obreros, campesinos, padres de familia, mujeres... Me parece que todas estas corrientes que se están logrando movilizar se están articulando"
