Las diferencias económicas no cayeron
La caída del Muro de Berlín hace ahora 25 años fue el primer paso hacia la reunificación de Alemania, un proceso que desde el punto de vista económico no ha solucionado las diferencias económicas de los tiempos de la Guerra Fría
Berlín
Cuando todavía los ciudadanos celebraban el histórico momento, las grandes empresas de la República Federal Alemana empezaban a tomar posiciones en territorio oriental con la intención de controlar el mercado de la antigua RDA y absorber a sus principales competidores.
De forma paralela, desde la tribuna política, con Helmut Kohl como canciller y principal orador, el mensaje que más se repetía era que solo una rápida reunificación del país podría traer prosperidad a los alemanes del este. En este contexto, los ciudadanos orientales, alertados de una inminente bancarrota de la RDA, fueron conminados a votar a la derecha en las primeras elecciones democráticas y pluripartidistas celebradas el 18 de marzo de 1990. Estaba en juego el progreso de la República Democrática Alemana, la oportunidad de los ciudadanos del este de ser iguales a sus hermanos del oeste.
En julio de 1990 se estableció la paridad monetaria entre el marco alemán de la RFA y de la RDA, una medida que tenía como objetivo frenar el éxodo masivo de la población del este al oeste. Lo consiguió sólo en parte porque ésta se produjo igualmente debido a la desindustrialización que sufrió la antigua República Democrática Alemana.
Se empezaban a borrar así las principales señas de identidad de un pueblo en el que el dinero no lo decidía todo y cuya sociedad es percibida como “más cercana a la justicia” que la actual.
25 años después de la caída del Muro de Berlín… ¿Se han cumplido las promesas? ¿Ha conseguido Alemania del Este estar al nivel de Alemania occidental? ¿Cuál es el balance de la Reunificación Alemana?
Un segundo milagro económico
Un cuarto de siglo después de la caída del Muro de Berlín, los expertos no acaban ponerse de acuerdo a la hora de valorar el desarrollo económico de Alemania del Este. En su estudio Instalados en la normalidad, Alemania 25 años después de la caída del muro, el banco KfW (el Banco de Crédito para la Reconstrucción) presenta un balance positivo, tanto, que habla de un “segundo milagro económico alemán”. Mientras, desde el Instituto IFO de Dresden se muestran bastante más cautos ofreciendo un diagnóstico de carácter pesimista porque dicen, a pesar de los avances, el este del país continúa estando a la zaga.
Jörg Zeuner, presidente del banco KfW , entiende que la reconstrucción de la economía planificada de la RDA en una economía social de mercado constituye una impresionante “historia de éxito”. Sus principales logros, situar la industrialización en el este a nivel de la media europea y contar con una fuerza productiva superior a la de otros antiguos países socialistas.
Para hablar de un milagro económico, Zeuner compara el desarrollo en el Este de Alemania, con el desarrollo en el oeste. Así, de 1991 a 1997 el Producto Interior Bruto per cápita de la antigua RDA creció con tanta fuerza como en la RFA entre 1950 y 1956. La comparativa considera dos períodos temporales tan dispares porque desde el KfW estiman que la RDA estaba en 1991 al nivel tecnológico de la República Federal en los años 50. “En las dos partes de Alemania el desempeño económico se ha prácticamente duplicado en 25 años”, asegura Jörg Zeuner.
Las millonarias inversiones que empresas, ayuntamientos y Gobierno Federal realizaron durante años para reconstruir el este del país explicarían el “milagro”. No obstante, según reconocen desde el Banco KfW, en la actualidad no se han conseguido erradicar todas las desigualdades. En el este continúa preocupando el alto nivel de desempleo y la pérdida continua de población, que un cuarto de siglo después de la caída del muro, sigue “huyendo” hacia el oeste.
Alemania del este perdió desde 1991 el 15% de su población. El alto índice de “emigración” unido a la baja natalidad, explica que la antigua RDA continúe estando a la zaga del en productividad, innovación y desarrollo. En el este apenas se han instalado grandes empresas, su nivel de producción es de tres cuartas partes del nivel de producción del oeste y su PIB per cápita es de un 70% en relación al PIB occidental. “¿Hablar de equiparación entre el este y el oeste de Alemania? Todavía estamos lejos de eso”, sentencia Joachim Ragnitz, del Instituto Económico IFO de Dresden.
En el año 2005 el desempleo en el este alcanzó su pico al registrar un 1,6 millones de parados. La tasa de paro se situaba por entonces en el 18%. En la actualidad, se ha conseguido reducir a la mitad y el aspecto más positivo es que su evolución no está relacionada con el desarrollo demográfico. Aún así, a pesar de los grandes avances logrados en menos de una década, la antigua RDA contabiliza un total de 870.000 personas desempleadas, una cifra que sitúa la tasa de desempleo muy por encima de la media que se registra a nivel nacional.
La solución a estos desequilibrios, según los expertos, no pasa simplemente por impulsar las infraestructuras o las inversiones, el problema principal radica en el capital humano. “Los que están bien formados se van del este a otras zonas, necesitamos transferencia tecnológica e invertir en educación para poder corregir el déficit que sigue acumulando el este”, asegura Ragnitz.
De cara al futuro este experto no oculta su preocupación por las consecuencias que traerá consigo en el este la implantación a partir de 2015 del salario mínimo de 8,5 euros la hora. Es un sueldo que se sitúa muy por encima de la media de la región y que, inevitablemente, conducirá a la destrucción de empleo. Según Ragnitz, se verán afectados un cuarto de los trabajadores de la antigua RDA.
¿Cuánto costó la reunificación alemana?
La cifra exacta es difícil de determinar, sin embargo los expertos estiman que, de contabilizarse todas las transferencias financieras realizadas a los estados federados del este de Alemania desde 1990 a 2014, la cuenta rondaría los dos billones de euros.
En ella se incluirían según el catedrático de la Universidad Libre de Berlín Klaus Schröder , entre otros conceptos, los programas de incentivos económicos, el Pacto de Solidaridad , la compensación financiera entre los Länder, las inversiones europeas o las transferencias económicas realizadas a través de sistemas sociales.
Del total, las transferencias directas habrían ascendido a 560.000 millones de euros y aproximadamente entre el 60 y 65% fue a parar al área social, mayormente destinado a las pensiones. De acuerdo con el Instituto Económico IFO de Dresden entre 1991 y 2013 fueron invertidos anualmente 14.500 millones de euros en medidas que fomentaran el crecimiento en el este del país.
Por su parte, el Instituto Alemán de Investigación Económica (DIW) calcula que los gobiernos de los cinco estados federados del este y su población han “consumido” 1,5 billones de euros más de lo que ellos mismo han producido.
¿Qué diferencias existen hoy en día entre el este y el oeste de Alemania?
El proceso de reunificación de Alemania comenzó con gran ambición. Veinticinco años después de la caída del muro, las divergencias entre el este y el oeste de Alemania continúan siendo considerables aunque imperceptibles en el día a día de ciudades grandes como Berlín. La frase que mejor resume el proceso de reunificación en Alemania suele ser “hemos logrado mucho pero queda mucho por hacer”, una declaración que repiten los políticos cada vez que hablan del Pacto de Solidaridad II que expira en 2019.
Quizás es en el ámbito económico donde todavía hoy se perciben las mayores desigualdades, aunque ciudadanos del este y del oeste coinciden en destacar que estas serán prácticamente imperceptibles para las nuevas generaciones debido al proceso de convergencia que todavía continúa en marcha.
El nivel de vida (medido en ingresos reales de cada ciudadano) ha aumentado un 50% en el este y la fuerza económica (medida en PIB de la población activa) se ha más que duplicado. No obstante, el objetivo de “igualdad” entre el este y el oeste no se ha producido.
Así, la capacidad de rendimiento económica del este (sin Berlín) en la actualidad se sitúa a niveles de la antigua República Federal Alemana en 1990. En este sentido, el retraso entre el este y el oeste es de unos 30 años. Destacamos a continuación las principales diferencias entre la Alemania oriental y la occidental:
- Desequilibrio productivo: La fuerza económica del este sigue estando un 30% por debajo de la del oeste, según datos del Informe Anual del Gobierno Federal sobre el Estado de la Unidad Alemana. El potencial económico del este (sin contar Berlín) se sitúa en la actualidad a niveles de la antigua República Federal Alemana en 1990. En este sentido, el retraso entre el este y el oeste es todavía de unos 30 años
- Desequilibrio fiscal: La recaudación tributaria per cápita es en el este de 937 euros mientras que en el oeste es de 1.837 euros.
- Diferencia salarial: En 2013, los ingresos per cápita en el este se situaron en 17.700 euros. Se estima que continúan siendo un 17% más bajos que en la antigua Alemania Oriental.
- Diferencia de riqueza: Según datos facilitados por Instituto Económico DIW de Berlín, los alemanes del este no poseen ni la mitad de la riqueza de los alemanes occidentales, sobre todo porque rara vez tienen una casa en propiedad. De esta forma, en el año 2013, los ciudadanos del oeste contaban de media con una riqueza de 140.600 euros, los de este con 61.200 euros.
- Desigualdades en el crecimiento económico: El Instituto Económico IFO de Múnich asegura que la convergencia deseada del nivel de vida no se ha producido. De 1995 a 2013, la economía de los antiguos estados de la RDA creció un 20%, la economía de la RFA un 27%.
- Tasa de paro: La tasa de paro en el este se encuentra en su nivel más bajo desde la reunificación. En el mes de septiembre se situó en el 9,1%, un valor muy superior al 5,8% registrado de media en el oeste del país.
- Desigualdades en el ámbito empresarial: Ninguna de las 30 empresas que cotiza en el DAX tiene su sede en el este. Además, en la antigua RDA apenas existen grandes compañías, su tejido empresarial está básicamente integrado por Pymes. Apenas existen empresas del este cuyo nombre sea conocido a nivel federal.
- El papel de la mujer: A pesar de que las diferencias se ha estrechado en estos años, en la RDA la mujer ha estado más presente en el ámbito laboral y ha ostentado cargos de responsabilidad. Todavía hoy, hay más féminas del este trabajando que del oeste y su representación en puestos de responsabilidad es mayor.
- Diferencias en las pensiones: Los jubilados de la antigua República Democrática Alemana reciben de media unas pensiones más altas que en el oeste. Esta diferencia se debe a que en el este se comenzaba a trabajar antes, por lo tanto sus ciudadanos han cotizado durante más años. Además en el este era más habitual que las mujeres accediesen al mercado laboral. De media un hombre del oeste percibe 1.003 euros al mes de pensión, uno del este cobra 1.096 euros. En el caso de las mujeres existe una mayor diferencia, las jubiladas del oeste cobran de media unos 512 euros mientras que las del este perciben 755 euros.
- Estructuras familiares: Las estructuras familiares en el este y en el oeste difieren significativamente. Muchos alemanes del este tienen hijos sin estar casados y estos niños acuden más a guarderías que los del oeste, también debido a que más madres del este trabajan fuera de casa. En 2010, un 61% de los niños del este nacieron en el seno de una familia cuyos miembros no estaban casados, frente a un 27% del oeste.
- El papel de la Iglesia: En el oeste los ciudadanos son más religiosos. En la actualidad el oeste un 70% de la población es miembro de una iglesia, frente al 25% del este. Aún así, en ambos territorios se produce una caída en el número de fieles. En 1991 se registraba un 82% de ciudadanos religiosos en el oeste y un 34% en el este.
- Presencia de extranjeros: En el oeste viven más extranjeros que en el este. Según datos de 2013, en el oeste vivían un 10,5% de ciudadanos provenientes de otros países, mientras que en el este sólo un 2,4%.
- Destinos vacacionales: Más de la mitad de los ciudadanos del este pasan sus vacaciones en Alemania y no viajan al extranjero y tampoco a estados federados del oeste. Los ciudadanos del oeste prefieren disfrutar sus vacaciones más lejos, de hecho un 60% de los alemanes del oeste va de vacaciones al extranjero.
- Madrugadores: Todavía hoy en la frontera del estado oriental de Sajonia-Anhalt hay un cartel que recibe a los visitantes con el siguiente lema: “Bienvenido al país de los madrugadores”, en referencia a estudios que aseguran que los habitantes del este se levantan 9 minutos antes que los del oeste. También datos de la red de investigación EuClock muestran esta tendencia. La razón de la diferencia se explica por un componente cultural: la jornada laboral en el este comienza y termina a menudo antes que en el oeste.
- Seguridad en las carreteras: Conducir en el este es más peligroso. En las carreteras orientales mueren todavía en la actualidad, de media, más personas debido a accidentes de tráfico que en las occidentales. La situación era mucho más dramática poco después de la reunificación, debido a que los coches del oeste circulaban a grandes velocidades en carreteras del este que no estaban preparadas para asumir vehículos tan rápidos.