La Audiencia Nacional afirma que Blesa fue el cerebro de las tarjetas fantasma
La Sala de lo Penal sostiene que el uso fraudulento de las tarjetas de Caja Madrid comenzó con su mandato y exculpa a su predecesor, Jaime Terceiro
Madrid
La Sección Tercera de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional ha emitido un auto en el que desmonta el argumento fundamental del expresidente de Caja Madrid, Miguel Blesa, quien aseguró al juez Andreu que se encontró el sistema de las tarjetas fantasma cuando accedió a la presidencia de la entidad en 1996.
La Audiencia dice que más bien al contrario, las actas aportadas por el propio Blesa correspondientes a los años 1988, 1994 y 1995, corroboran que las tarjetas de crédito aprobadas para los directivos debían utilizarse para los gastos derivados del ejercicio de sus funciones, y nunca personales como efectivamente sucedió ya con el mandato de Blesa.
La Sala es clara. Con la presidencia del predecesor de Blesa en Caja Madrid, Jaime Terceiro, "en ningún momento se aprobó el abono de gastos de los consejeros de carácter personal y ajenos al ejercicio de sus funciones dentro de la entidad o la entrega a los mismos de tarjetas a tales fines".
Por tanto, Miguel Blesa incumplió los acuerdos de los consejos de administración, además de la Ley de Cajas sobre la remuneración de directivos a partir de 2003, su año de aprobación, por establecer complementos al sueldo sin la autorización de Caja Madrid.
La Audiencia es contundente respecto al papel preponderante de Miguel Blesa en el entramado de las tarjetas opacas al aseverar que la "emisión, entrega y límites" de estos plásticos se hacía "con su beneplácito". Por ello, para la Sala de lo Penal, el expresidente de Caja Madrid "no puede alegar desconocimiento del uso que realmente se hacía de las tarjetas" opacas.
Por todas estas razones, la Sección Tercera de la Sala de lo Penal rechaza el recurso de apelación presentado por la defensa de Blesa, y confirma la fianza de responsabilidad civil de 16 millones de euros impuesta al expresidente de Caja Madrid.
Miguel Blesa está imputado por un delito continuado de administración desleal. El juez instructor, Fernando Andreu, sostuvo en su auto que Blesa y Rodrigo Rato "consintieron, aceptaron y propiciaron" el uso de las tarjetas fantasma.
Un uso "indebido de los fondos de la entidad", dijo el juez, mediante la "atribución y uso en provecho propio" de estos plásticos que no tributaban a Hacienda y que en sus casos, al ser poseedores de las visa oro fantasma, de nivel superior al de los simples consejeros de Caja Madrid, se cargaban a una cuenta indetectable a la Agencia Tributaria.