La independencia, en 18 meses
Artur Mas desvela la ruta que ha diseñado para lograr convertir Cataluña en un Estado
Artur Mas no adelantará las elecciones si no es para convertirlo en consulta / ATLAS
Barcelona
Artur Mas deja claro que sólo adelantará las elecciones si consigue cerrar una lista única de partidos y representantes de la sociedad catalana que trabaje durante un año y medio en la gestión del proceso hacia un referéndum.
“Hay que completar el proceso político, queda la parte más difícil. Ha llegado el momento de usar el último instrumento, el de las elecciones”, así ha empezado el president catalán su discurso, aunque rápidamente se cubría las espaldas. Mas solo las convocará si los partidos, como mínimo ERC, atiende a su propuesta. Las elecciones deben ser para hacer la consulta, no para cambiar el Govern. Si son para eso, no habrá adelanto, ha recalcado el president.
Mas ha detallado su propuesta desarrollando lo que ya había ido apuntando últimamente. Primero, una lista única, una lista mixta de políticos y sociedad civil, con la independencia en el programa. Si esta lista saca mayoría absoluta, el mandato sería breve, un año y medio, para desarrollar las estructuras de Estado necesarias, negociar con el Estado español -si hace falta con mediación internacional- y redactar una Constitución. Pasados los 18 meses, se convocarían de nuevo elecciones, ya constituyentes, y un referéndum para que los catalanes decidieran la proclamación del nuevo Estado.
Hoy no ha hablado de calendario pero sí que ha dicho que todo el proceso debería estar listo a finales del 2016. Es decir, aunque asegura que no lo tiene decidido, contempla poder convocar elecciones en la primera mitad de 2015.
¿Quién encabezaría una lista única?
Una de las variables más analizadas en los últimos meses tenía que ver no tanto con el proyecto como con las personas, los sacrificados a cambio de conseguir una lista unica. El presidnete de la Generalitat se ha guardado para el final uno de sus golpes de efecto. Supuestamente para allanar el terreno de la lista conjunta – o para ponérselo más difícil a Junqueras para que siga oponiéndose-, Mas contempla no ser el cabeza de lista. “Puedo ser el primero, estoy a disposición, pero también puedo ser el último, no hay condiciones personales”, ha señalado.
El discurso de Mas, ante unas 3.000 entre las que había de todo, políticos, empresarios y sociedad civil, ha sido interrumpido en alguna ocasión con aplausos y un par de veces también con gritos de independencia.