El Congreso tiene 260 asistentes para 350 diputados

Los asistentes son personal eventual de la Cámara. Perciben una retribución media de 2.100 euros brutos al mes y se reparten entre los grupos en función del número de diputados. De este modo, con datos correspondientes al inicio de la legislatura, el PP tenía derecho a 91 asistentes, el PSOE, por ejemplo, a 73. En total, con 350 diputados electos, hay un número aproximado de 260 asistentes que ayudan a los diputados en su trabajo parlamentario. Todos ellos cobran directamente del presupuesto del Congreso y su nombramiento y retribución se publica en el boletín de las Cortes.

 Pero además, los grupos pueden contratar a asesores, personas de confianza elegidas a dedo. Y lo pueden hacer a través de dos vías. O bien pagándoles con cargo a la subvención parlamentaria que recibe el grupo, o bien pueden ahorrarse ese sueldo a costa del Congreso si el asesor que se contrata sustituye a dos asistentes, con un límite máximo de cinco asesores por grupo. Esto es posible gracias a un acuerdo de la Mesa del Congreso, aprobado por PP, PSOE y CiU a comienzos de esta legislatura. Un acuerdo que permitía a los grupos efectuar ese canje de personal eventual propio del Congreso por gente de confianza siempre que su sueldo no supere al que cobrarían dos asistentes. Este acuerdo suscitó en su momento las quejas del propio personal de la Cámara ante el temor a perder puestos de trabajo.

Sólo en el caso de los asesores fichados a dedo y pagados por los grupos no se publica ni su nombre, ni su sueldo. Nadie, salvo el propio grupo parlamentario, verifica o controla su actividad o su horario. Ni siquiera nos dicen si físicamente trabaja en el Congreso. Es decir, no existe ningún tipo de control externo sobre su asignada tarea parlamentaria.