Ocio y cultura
CINCUENTA AÑOS SIN SAM COOKE

El triste final de la estrella más brillante

Este mes se cumplen 50 años del absurdo asesinato de Sam Cooke

Era de noche cuando Bertha Franklin se encontró a un hombre negro corriendo desnudo con un zapato en la mano por los pasillos de su motel de Los Ángeles. La mujer, asustada, sacó su arma y mató al joven. Era el 11 de diciembre de 1964 y aquel hombre era Sam Cooke, uno de los músicos más importantes de la industria, una estrella y un hombre comprometido con la conquista de los Derechos Civiles. El caso se cerró como homicidio justificado y nadie quiso darle muchas vueltas. Había muerto uno de los mejores músicos de aquella generación pero había desaparecido un problema. Las versiones sobre lo sucedido aquella noche son muchas. La más verosímil es la que cuenta que el músico había ido al motel junto a una joven, se habían registrado como Mr and Mrs Cooke y habían pasado la noche juntos. A la que el músico se despistó la joven le robó la cartera y la ropa y salió corriendo del local. El músico salió tras ella y cuando la señora Franklin se topó con aquel negro desnudo en la recepción de su motel le disparó asustada. Nadie le quiso dar muchas vueltas a aquella tragedia. No interesaba. En sus dos funerales actuaron las grandes estrellas del momento con The Staple Singers, Billy Preston o Ray Charles a la cabeza.

El triste final de la estrella más brillante

Unos meses después su ‘A change is gonna come’ se convirtió en un éxito entre la comunidad afroamericana. Aquella canción, creada sin muchas pretensiones, se convirtió en la gran composición de Sam Cooke, en una canción potente y eterna que confirmaba aquel sueño de los negros estadounidenses, esa premonición de que un día todo sería diferente. No es casualidad que 44 años después, cuando Barack Obama habló por primera vez como presidente electo de los Estados Unidos citase los versos de aquella canción de Cooke. "It's been a long time coming, but tonight, because of what we did on this date in this election at this defining moment, change has come to America". (Ha tardado mucho tiempo en llegar, pero esta noche, debido a lo que hemos hecho en esta fecha, en esta elección, en este momento decisivo, el cambio ha llegado a Estados Unidos", apuntó el primer presidente afroamericano. El hermano de Sam, viendo la televisión en el sofá de su casa, no pudo contener las lágrimas.

La triste muerte de Sam Cooke acabó con el hombre y lanzó al mito. A pesar de ello, el legado de Cooke va más allá de aquella canción, de aquel sueño de cambio. En apenas 33 años de vida, Sam hizo muchas cosas más. A los 19 era un cantante de éxito y a los 26 ya era una gran estrella, uno de los pioneros del soul, un cantante de voz cálida y seductora. Pero era mucho más. Cooke firmó tres decenas de éxitos en menos de diez años. Sam era además compositor de sus canciones, algo poco habitual en el género y en la época. Eso le permitió no depender de los grandes sellos para acceder a los temas de los más prestigiosos compositores. No los necesitaba. Esto le ayudó a montar su propio sello discográfico, desde donde editó a los músicos de la generación que venía detrás. “Sam Cooke no fue solamente el inventor del soul”, explica a Sofá Sonoro David Moreu, autor del fabuloso libro ‘From a whisper to a scream’. “Su biografía resultó ser una montaña rusa de emociones y claroscuros que nos lleva desde su Clarksdale natal hasta los clubes más famosos de América, pasando por su etapa de góspel, el salto imprevisible hacia la música secular, la implicación personal en la lucha por los Derechos Civiles y ese final con un brillante porvenir en el horizonte”, añade el escritor.

Nacido en Misisipi, Cooke se trasladó joven a Chicago. Su padre era reverendo y la familia siguió su camino hasta la ciudad del viento. Allí, Sam, comenzó a cantar y a destacar en grupos de góspel hasta que dio el salto a la música profana. Aquellos años le valieron para aprender a actuar en público, a dominar su voz y a inyectar emoción y sentimiento a las canciones. En 1957 comenzó su carrera en solitario tras pasar por varias bandas. Debutó directamente en el primer puesto del Billboard con ‘You send me’ y durante los siguientes ochos años fue firmando canciones eternas que forman parte de la memoria histórica de los Estados Unidos, canciones como ‘Only sixteen’ (1959), ‘Chain Gang’ (1960), ‘Wonderful World’ (1961), ‘Twistin' the Night Away’ (1962) o la fabulosa y polémica ‘Bring it on home to me’.

'Canciones con Historia': El grito roto de Sam Cooke

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Décadas después, la revista Rolling Stone le nombró como uno de los cinco mejores cantantes de todos los tiempos y en 2008 el primer presidente afroamericano de la historia se acordó de aquella canción sobre el cambio en su discurso más esperado. Las cosas quizá no hayan cambiado tanto y el mundo sigue siendo un lugar cruel y cínico. Todo eso no cambia el poder de aquella canción, ese deseo de cambio, de habitar un mundo mejor. La música tiene ese poder y Sam Cooke sabía manejarlo. “Después de Sam vinieron otras estrellas y otras divas con más glamour”, apunta Moreu. “Pero la sombra de Sam Cooke siempre planeó por encima de sus éxitos y de su actitud reivindicativa, en ese lugar en el que se forjan las verdaderas leyendas”.

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