El Real Madrid llega a buen puerto

El Real Madrid mantiene su racha positiva con una nueva victoria, la última de este 2014 en Primera, antes de marcharse a disputar la Copa Mundial de Clubes. La efectividad del líder tiró por la borda todo el trabajo realizado por el Almería en su feudo, que dificultó hasta el final la labor de los hombres de Ancelotti.

El partido transcurrió en un constante vaivén del barco vikingo en el Mediterráneo. Un cambio de temperaturas. Del calor inicial, con la presión de los locales para impedir el juego blanco, al frío de las imprecisiones, para volver a las altas temperaturas provocadas por la sucesión de goles antes del ecuador del partido.

Con un Cristiano Ronaldo tapado y sin opciones, el resto de atacantes madridistas tuvieron que remar contra el oleaje. Ya en los primeros minutos, Carvajal evitó el primer vuelco de la embarcación, lanzándose al suelo para tapar un disparo de Dubarbier desde dentro del área. Pero uno de los navegantes más creativos se inventó un itinerario imposible hasta el gol. Isco bajaba la pelota con el pecho de forma impecable, dejando el balón quieto, dominándolo a placer y se dispuso a amagar a un Ximo Navarro que quedó hipnotizado ante el movimiento pendular de su adversario. Y el malagueño encontró el hueco en el palo largo, no sin antes implementar una rosca imposible para que Rubén Martínez mirase atónito esa bola blanca que superó su barrera.

El Almería doblegó los esfuerzos, siguiendo ambicioso, como en el inicio, adelantando la línea defensiva hasta el límite en el que se cruza de lo arriesgado a lo imprudente. Fruto de esa valentía, Verza puso en pie a la afición rojiblanca, gracias a un disparo duro y preciso desde la frontal. Ni Illarramendi, ni Casillas consiguieron evitar el empate. La celebración con sus compañeros no merecía menos que una montonera sobre el terreno de juego. Pero la alegría duró un suspiro y tres minutos. La euforia llevó al despiste y Bale remató con la testa en el corazón del área -y totalmente solo- un buen centro de Kroos para volver a adelantar a los suyos.

Tras la reanudación, la temperatura volvió a bajar y en los Juegos del Mediterráneo la hinchada, el Almería y hasta el técnico del filial -en el banquillo hasta que JIM ejerza- quedaron helados con la parada de Casillas al penalti de Verza. Al centrocampista le negaron la oportunidad de ser héroe almeriense e Iker volvió a convertirse en ‘Santo’. Un renglón más de gloria en su dilatada carrera.

Las esperanzas locales se acabaron con el jarro de agua fría, el Madrid avistaba la costa y la herida del Almería no dejó de crecer. Cristiano golpeó primero con un disparo cruzado desde fuera del área, contestado por el portero del equipo andaluz. Y el propio portugués sentenció tras una buena jugada de la BBC. Bale buscó a Cristiano, este combinó con Benzema y el siempre generoso delantero galo le devolvió un regalo anticipado de Navidad para que la empujase a placer.

La ambición de Cristiano Ronaldo no tiene término y no cesó hasta lograr su tanto número 25 en Liga, superando cualquier registro a estas alturas y sin realizar uno de sus partidos más lúcidos en la temporada. El 1-4 daba por cumplida la misión de la vigésima victoria consecutiva antes de marcharse a Marruecos.