Los Nobel de la Paz, preocupados por los riesgos de la guerra entre potencias
Madrid
Los participantes en la XIV Cumbre Mundial de Premios Nobel de la Paz de Roma ha expresado en un documento final, su "profunda preocupación por los riesgos crecientes de una guerra, también nuclear, entre las grandes potencias" del mundo. Son doce los Premios Nobel de la Paz y diversas organizaciones internacionales y humanitarias que se han congregado en homenaje al expresidente sudafricano Nelson Mandela, fallecido el pasado año.
En un documento conjunto leído por la activista liberiana Leymah Gbowee en el Campidoglio, sede del Ayuntamiento romano, los participantes alertan de los riesgos bélicos existentes en el ámbito internacional. Y así, expresan su preocupación también por los crecientes riesgos de una guerra nuclear, entre las grandes potencias; un riesgo provocado por la persistente convicción de que se pueda alcanzar un objetivo mediante la fuerza militar", alertaron.
En este sentido, criticaron que "el mundo continua amenazado por 16.000 cabezas nucleares", además de que los gastos militares del año pasado alcanzaron los 1,7 billones de dólares. Por ello, los galardonados secundaron la petición del papa Francisco de "abolir totalmente las armas nucleares" y coincidieron con él en exhortar a las potencias a "emprender lo antes posible una negociación a tal fin".
Asimismo condenaron el uso de "las nuevas armas robóticas" y pidieron la "suspensión inmediata del uso de 'nuevas' armas indiscriminadas"; y no se olvidaron de mostrar su preocupación por los conflictos en diversas partes del mundo como Siria, Irak, Israel y Palestina, Afganistán, Sudán del Sur y Ucrania. Siendo este último, una "amenaza la estabilidad en Europa y mina su capacidad de ejercitar un rol positivo" en el plano internacional.
En cuanto al aspecto religioso, también tuvo cabida el fanatismo religioso, que supone "otra amenaza para la paz" y sobre el que alertaron, así como de las consecuencias del efecto invernadero, del cambio climático, de la degradación del ecosistema, del "drama" de los 10 millones de apátridas y de los 50 millones de refugiados o de "los crecientes abusos hacia las mujeres y niños". Por último se refirieron a la "inaceptable pobreza" que hace que 2.000 millones de personas tengan que sobrevivir con menos de dos dólares al día y lamentaron el "creciente e insostenible" desempleo, "especialmente entre los jóvenes".
"Necesitamos nuevas y sustanciales ideas y propuestas que ayuden a la actual generación de líderes políticos a atajar la severa crisis en las relaciones internacionales, restaurar un diálogo normalizado y crear instituciones y mecanismos que satisfagan las necesidades actuales", recomendaron. Ante esta situación, los participantes en la Cumbre dijeron que es preciso "hacer todo lo que sea necesario para invertir esta peligrosa tendencia".