La dura tarea de salvar una vida por teléfono

Una típica pachanga de fútbol entre amigos a punto estuvo de acabar en tragedia. No lo hizo porque Raúl Reyero supo seguir las indicaciones que el SAMUR le daba por teléfono para socorrer a un joven que acababa de sufrir un paro cardiaco.

“Lo primero que dije a sus compañeros es que llamasen de nuevo al 112 porque ya lo habían hecho una primera vez y que le dijesen que sospechamos que no tiene pulso ni respiración. Eso fue clave”, cuenta Reyero en ‘SER Deportivos”.

Fueron momentos trágicos, según explica Raúl Reyero, en los que llegó a temer lo peor. “Lo primero que se te viene a la cabeza es el caso de Antonio Puerta. Un chaval profesional que con todos los medios no fue capaz de salir. Me vi en las peor de las situaciones. Me esperaba lo peor. Luego llegó el SAMUR, sacan el desfibrilador pero hasta la tercera vez no son capaces de recuperarlo”.

“Va a ser caso de estudio porque estuvo casi 10 minutos sin pulso y se ha quedado totalmente bien, sin secuelas”, concluye un contento Reyero. Un ángel de la guardia que ayudó a salvar la vida a un chico siguiendo las indicaciones que le daban por teléfono.