La víctima de la inocentada se dispone a repasar su vida social virtual y de repente el puntero no se mueve. Recurre al clásico informático de apaga y vuelve a encender sin resultados, tras lo cual, el instinto le hace girar la herramienta origen de su frustración, el ratón. La sorpresa será mayúscula cuando descubra que Terminator le devuelve la mirada, fría y mecánica. El clásico de los clásicos reinventado, el «number one» de las bromas de oficina. Modalidades hay muchas, cubrir el puesto de «pos-its», envolverlo con papel de periódico o sustituir todos los aparatos electrónicos por caseras reproducciones en cartón, todo vale para echarse unas risas en la oficina. El combo de las bromas, ni culinaria ni de higiene personal, esta combina ambas modalidades. Convierte las axilas de tu objetivo en untuosas tostadas, cambia su desodorante habitual por una barrita de queso de untar, cincélalo con el mayor mimo y deja que descubra el verdadero origen lácteo de su desodorante cuando se lo unte con todo el cuidado. Otra genial idea es convertir a la víctima de la inocentada en una versión moderna y cabreada de Dorothy de Mago de Oz. Colócale unas ceras blandas en el limpiaparabrisas y espera al momento en el que el arcoíris multicolor haga su aparición en la luna del coche. El resultado más probable será que te mande a paseo por el camino de baldosas amarillas. Cuidado, no olvidéis limpiar la luna del coche antes de ponerse en marcha. Para esta broma se necesita un grupo de compinches con ganas de gastar bromas. La ejecución es muy fácil, selecciona al objetivo al azar o si es conocido, mejor. Juntos la idea es gritar al máximo como si fueras una groupi de Los Beatles; ríete observando cómo la gente de alrededor desconcertada se acercará comprobar si no es Brad Pitt el origen de tanto grito desesperado y de paso, sácale los colores a la víctima de la broma, Si algo nos dio la serie norteamericana fueron grandes momentos en las oficinas de Dunder Mifflin. Otro mérito de la exitosa comedia fue la revolución en cuanto a la imaginería de las bromas de oficina; la más memorable, colocar objetos en gelatina. Ello conlleva cocinarla con el objeto en sí dentro, una grapadora y hasta un teclado de ordenador, todo es posible para disfrutar de la cara del compañero al descubrir «el pastel», impagable. Una de las más sencillas tan solo necesita de laca de uñas transparente y la pastilla de jabón que utilice la víctima asiduamente. Podrá echarle agua y frotar y frotar hasta que salga un genio de los deseos pero no habrá ni rastro de espuma. Mientras esté recubierto de laca de uñas, tendrá una bonita piedra de baño decorativa, disfruta de la desesperación ajena pero todo con sentido del humor, claro. Nunca hay que abusar de las bromas culinarias, pero ésta en concreto sacará una sonrisa a toda la familia sin riesgos para el pobre que pegue un mordisco a las galletas. No hay mayor satisfacción que despertarse por la mañana aún a medio despertar, mojar unas ricas galletas de chocolate en la leche y a disfrutar; como el perro de Paulov más de uno empezará a salivar imaginando la situación. Juega con las ilusiones mañaneras de los demás este 28 de Diciembre, deja que pegue un bocado la esta delicatesen de chocolate y pasta de dientes, risas aseguradas. Válida tanto para El Día de los Santos Inocentes como para Halloween. Los pasos son muy sencillos, imprime una foto de tu cara en papel satinado fotográfico DinA4 apaisado, busca el clásico bote de miel o para guardar pasta, mete la foto y coloca el espeluznante bote en el frigorífico. Disfruta del susto que recibirá cualquier insensato que abra la nevera y crea haber abierto el pasaje de los horrores de Vicent Price. La cara del actor se ha convertido en un clásico de nuestro tiempo, como no, gracias a Internet y portales como 4chan y Reddit. Se desconoce el origen de esta fascinación por el actor hollywodiense, pero algunas personas llevan su fanatismo a otra dimensión. Aprovechando el tirón de los «Cage Maniacs», sustituye las clásicas fotos familiares en la repisa de la chimenea por las inolvidables muecas de Cage en cualquiera de sus múltiples películas. Si quieres ir más allá y de paso pegar un buen susto a a alguien (lograrás inquietarle durante al menos una semana, garantizado), forra la cama de algún familiar o amigo con el juego completo de cama de Nicolas Cage, funda nórdica y almohadas incluidas.