Desarticulado el grupo que actuaba contra los arrepentidos de ETA

Madrid

La Guardia Civil ha desarticulado el núcleo duro del entorno de apoyo a los presos de ETA, que abogaba por evitar el arrepentimiento de los internos y la obtención de beneficios penitenciarios. Para ejecutar su operativo, se financiaban con dinero negro procedente de la venta de 'merchandising' o de aportaciones voluntarias. Si los presos se negaban, sus fotografías eran retiradas de las Herriko-Tabernas.

Esta operación, denominada 'Mate' y desarrollada este lunes por la Guardia Civil, en coordinación con el juez de la Audiencia Nacional, Eloy Velasco, que se ha saldado con las detenciones de 12 abogados y cuatro empleados de Sostengu -trabajadores de la tesorería de Herrira-, es la tercera fase del operativo iniciado en 2012 contra Herrira, la organización que aglutina el entorno de apoyo a los presos de la banda terrorista ETA.

Fuentes de la investigación concluyen que Herrira tenía cuatro frentes: El de asistencia y apoyo a los presos; el encargado de la representación letrada gratuita; el médico que se dedicaba a apoyar a los internos y familiares con psicólogos y otros profesionales; y el cuarto, que recaudaba y repartía una asignación mensual a los presos.

Estas cuatro vías de actuación eran financiadas con dinero negro, según las mismas fuentes, procedentes de la venta de 'merchandising', recaudación en las Herriko-Tabernas, o de aportaciones voluntarias que no eran declaradas a Hacienda.

El juzgado atribuye a los detenidos los delitos de integración o colaboración con banda armada, así como delitos contra la Hacienda Pública y la Seguridad Social, y blanqueo de capitales.

Quien se mueve no sale en la Herriko

De la documentación incautada a los sospechosos se puede concluir que a través de estos abogados actuaban para favorecer la cohesión y disciplina interna de los presos. Los sospechosos transmitían las consignas de ETA cuyos intereses se anteponían a los de los presos, de tal forma que quienes cuestionaban las formas y apostaban por el arrepentimiento y la búsqueda de soluciones individuales, eran expulsados. El método utilizado era la retirada de su fotografía de las Herriko-Tabernas. Una fórmula simbólica en apariencia inocua pero de trascendencia en el entorno aberzale.

Los investigadores concluyen que existe un grupo de presos con condenas de 30 años que "se han echado al monte" y están en contra de los beneficios penitenciarios que ellos con dificultades pueden conseguir. Este grupo, junto a los abogados, integrarían el núcleo duro del colectivo. Entre estos últimos se encontraría la abogada Arantza Zulueta, a quien en 2014 le fueron incautados documentos de la banda terrorista en los que se abogaba por establecer una "línea clara" entre "estar o no estar" en el colectivo, o sostenían que no se trataba de ganar los juicios sino de trabajar "desde el punto de vista de la lucha" y la línea general.