... y Torres marcó en el Bernabéu

El Niño marcó por fin el el Santiago Bernabéu. No lo hizo una vez, sino dos. Las suficientes para meter al Atlético en los cuartos de final de la Copa dejando en la cuneta al Real Madrid, equipo al que tiene tomada la medida esta temporada. Ambos se han enfrentado hasta el momento en cinco ocasiones. No ha ganado el Madrid en ninguna. Tres veces lo ha hecho el Atlético. Han empatado otras dos.

Lo mejor para los de Simeone es que los goles de Torres les sirven para avanzar en un torneo que no es el preferido para ellos, pero que solo hace dos años le elevó hasta lo más alto en una final que se disputó en el mismo escenario y ante el mismo rival.

Aquella vez fue Miranda el hombre decisivo. En esta lo ha sido Fernando Torres. El delantero del Atlético resolvió la eliminatoria en dos jugadas calcadas. Ambas se produjeron en el primer minuto de cada tiempo. Y en ambas participaron Griezmann y Torres.

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El primer gol del encuentro llegó en una rápida contra en la que el francés le ganó la partida a Pepe para habilitar al rojiblanco número 19, que colocó la bola casi en la escuadra de Keylor Navas. En ese momento, el Madrid necesitaba cuatro goles para eliminar al Atlético de la Copa. La remontada se complicaba.

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Pero el Madrid demostró durante un buen rato que es un equipo que no se rinde nunca. Y una vez tras otra intentó llegar con peligro a la meta de Jan Oblak. El esloveno estuvo bien… hasta el minuto 19, cuando chocó contra uno de sus defensores al intentar despejar un córner en el que el remate corrió a cargo de Sergio Ramos para firmar el 1-1.

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El asedio continuó con un Bernabéu que volvió a creer. Los rojiblancos se encerraron atrás, quizá demasiado, y se entregaron a la labor defensiva de Godín, que se multiplicó como lo suele hacer para sacar los balones de todas las formas posibles.

El encierro al que el Madrid sometió al Atlético no tuvo frutos en la primera mitad. Y cuando se produjo la reanudación, Torres se encargó de hacer la remontada prácticamente imposible. No se había cumplido el primer minuto cuando otra vez Griezmann encontró a Fernando Torres. Pero en esta ocasión el de Fuenlabrada no remató de primeras, sino que hizo un recorte que dejó sentado a Pepe antes de disparar para hacer el segundo tanto entre las piernas de Keylor Navas.

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No había marcado Torres en el Bernabéu en sus siete años y medio como rojiblanco. Seguro que para muchos atléticos su vuelta empieza a amortizarse. De hecho, ese gol instaló en la mente de los jugadores del Madrid la idea de que la remontada ya era una entelequia.

Al partido solo se le añadió el primer gol de Cristiano Ronaldo en jugada en el año que acaba de comenzar (2-2). Vino en una jugada que demuestra que la convivencia en la famosa BBC no puede ser tan complicada, con un centro desde la izquierda de Gareth Bale que remató el portugués ganándole la partida a Godín.

Fue el galés uno de los mejores hombres del Madrid, sirviendo muchos balones y mostrándose siempre como un futbolista que busca a sus compañeros. Así es como trata de cerrar la herida de Mestalla, que a punto estuvo de reproducirse ante el Espanyol, aunque en la segunda ocasión la acción más lógica era intentar marcar.

El gol llegó antes de que se cumplieran 10 minutos de la segunda parte. Hubiera sido pronto si el Madrid no hubiera necesitado tres goles más. Nunca llegaron. Quizá porque el equipo blanco bajó un poco el pistón. Quizá porque Simeone quitó a Torres para meter a un Arda que le dio al Atlético todo el control que le había faltado durante el encuentro. A eso se sumó que luego entró Gabi por Griezmann.

El tiempo pasó de forma irremediable para el Madrid, al que el rival más difícil para él le ha dejado fuera de uno de los dos torneos que defendía esta temporada. El otro es la Champions, en el que los dos equipos parecen también predestinados a cruzarse a mayor gloria del fútbol.