¿Es posible un Parque Jurásico?
Un genetista americano planea revivir a los desaparecidos mamuts, reabriendo el debate sobre la posibilidad de clonar especies extintas de pasados remotos
Madrid
Según informa la revista alemana Des Spiegel, el genetista molecular George Church se ha marcado como objetivo revivir e incluso reubicar en un hábitat mamuts extintos hace 3.700 años. En un plazo de cuatro años, desde su laboratorio de la Universidad de Harvard en Estados Unidos, su plan es recrear elefantes parecidos a los mastodontes..
No sería al 100% un mamut sino que sería un animal de la familia de los elefantes asiáticos -sus parientes más próximos con vida- con algunas de las propiedades de los desaparecidos animales transferidas en su ADN. En particular aspectos como la resistencia al frío, el característico pelaje y otras aptitudes ligadas a la resistencia en climas gélidos como la cantidad de grasa corporal -panículo adiposo-. A través de un novedoso método que facilita la manipulación genética llamado 'CRISPR', de los métodos convencionales que permitían la manipulación individual de genes, este la permite en todo el genoma.
Hasta ahora ya ha modificado en las células del tejido conjuntivo de un elefante asiático 15 genes, entre ellos la hemoglobina, para adaptarla a climas fríos. La meta final es introducir estos elefantes modificados en Siberia en la reserva natural denominada 'Parque del Pleistoceno', donde gracias a la labor del geofísico ruso Sergei Simov, ya conviven bisontes, caballos, almizcleros y otros herbívoros.
Proyecto Neardental
El genetista americano ya organizó una polémica en 2013 en el mismo medio, ‘Der Spiegel’ publicó una entrevista con Church en la que buscaba una “mujer aventurera” que se prestara a dar a luz a un Neandertal, lo que provocó un grandísimo revuelo por las implicaciones ético-morales que conllevaba el proyecto.
Antecedentes
Parafraseando al divertido y absurdamente brillante Homer Simpson, “Tendrá todo el dinero del mundo pero hay algo que jamás podrá comprar, un dinosaurio”; algunos multimillonarios se han planteado como reto ser dueños de su propio Parque Jurásico. Emulando al ficticio multimillonario John Hammond en la inmortal 'Parque Jurásico' que como nos hizo soñar a todos con aquellos maravillosos monstruos del Cretácico (efectivamente, aquellas especies no dominaron la Tierra durante el Jurásico).
Este es el caso de Clive Palmer, un multimillonario australiano (según Forbes su fortuna se estima de 8.000 millones de dólares), que hace dos años saltó a la palestra por proponerse revivir a estos gigantes reptiles. Nunca quedó aclarado si sus intenciones fueron reales o solo fue un intento de darse notoriedad que acabó con una zona temática con reconstrucciones robóticas, pero en su momento dejó las intenciones muy claras. Sin usar como hábitat una isla, como ocurría en la película del libro homónimo de Michael Crichton, planeó acotar una zona de un resort turístico del que es dueño en Coolum, en Australia, que bajo el nombre de 'Palmersaurus', albergaría algunas especies de dinosaurios. Como explicaremos a continuación, el proceso de clonación de estos animales, actualmente y en un futuro cercano, es totalmente imposible.
Paso a paso, creación de un dinosaurio
- Como mostró INGEN en la película, se necesita capturado en ámbar el insecto adecuado que tiene que cumplir las siguientes condiciones: ser un culícidos que justo haya vivido en el Cretácico, que se haya centrado en alimentarse de un mismo dinosaurio y además, se haya visto atrapado en la resina de un árbol y que lo encontremos. Se suma una dificultad añadida, los dinosaurios poseían una piel extremadamente dura y los mosquitos no poseían las armas necesarias para atravesarla; pero si existen otros hematófagos aún no descubiertos en ámbar, todavía podríamos continuar esta odisea.
- Aún nadie se ha encomendado a la tarea de posiblemente echar a perder valiosos ejemplares al tratar de averiguar si contienen o no ADN antiguo. No existen protocolos para extraer elementos de este material.
- Como los mosquitos actuales, sus parientes prehistóricos se alimentaban de varias víctimas, entonces se nos plantea la siguiente pregunta, ¿Cómo diferenciar el ADN de un dinosaurio del de cualquier otro ser vivo?, sumando que las enzimas digestivas de los insectos desnaturalizan el ADN de la sangre de la que se alimentan. A la pregunta hay una alternativa, de los huesos de algunos ejemplares del Cretácico se ha extraído ADN - Tyrannosaurus Rex y Brachylophosaurus Canadensis- pero solo son una pequeñísima representación de la rica fauna que poblaba Pangea.
- Otro gran problema es la contaminación de la muestra, tanto moderna como prehistórica, como ocurrió con el genoma del Neardental, muchos científicos dudaron de que el ADN se tratara del hombre extinto acusando directamente a una contaminación por parte del personal que manipuló los fósiles. En el caso de contaminación prehistórica, al alimentarse de varios individuos y desconocer la secuencia del ADN de dinosaurio, la labor de clasificación es prácticamente imposible.
- Aun así si obtenemos la secuencia, no es suficiente, el ADN no es para nada pequeño, un genoma completo es bastante más grande que las cifras que baraja Mr. DNA en la película. Pero, aún asó lo consiguiéramos, el siguiente obstáculo es la reconstrucción del ADN, ¿podría fabricarse ADN artificial con los bosquejos conseguidos?. Sí, en 2007 los científicos desarrollaron el primer genoma artificial y en 2010 lo implantaron en un organismo sin ADN, logrando un histórico éxito. Era una bacteria, no comparable con la complejidad de un dinosaurio, pero es un primer paso.Con lo que deberían continuar los científicos es con la creación de cromosomas individuales para completar el cariotipo.
- Suponiendo que se esquiven todos los obstáculos anteriores, con el resultado de la réplica del núcleo de una célula de dinosaurio, ¿qué óvulo usar para albergarlo?. Teniendo dos parientes vivos –cocodrilos y aves-, la opción más aconsejable sería escoger un ave y de grandes dimensiones, una avestruz sería perfecta ya que los huevos de dinosaurio son muy parecidos a los que ponen estas aves.
- La última incógnita reside en la crianza del pequeño Rex –por ejemplo-, parafraseando all Dr. Grant: “No puedes eliminar 65 millones de años de instinto animal”. Ni si quiera conocemos si requeriría cuidados maternos ya que algunos de sus parientes modernos, excretan leche para alimentar a sus crías.
- Para concluir no podemos olvidar las implicaciones ético-morales de este revivir cretácico a lo Dr.Frankstein paleotólogo. ¿Sería ético experimentar con ellos y exhibirlos en un peculiar zoo? Aunque no se puede negar que tras el fenómeno jurásico que despertó Spielberg, muchos soñarían con un ‘Parque Jurásico’.
Refutado
La revista Nature publicó un estudio realizado por paleogenetistas de las Universidades de Copenhague, en Dinamarca, y Perth, en Australia, que concluye tras determinar el ritmo de degradación del ADN, que no es posible encontrarlo inalterado en épocas tan lejanas como la de los dinosaurios. Determina que todos los enlaces en la cadena de ADN, conservados a la temperatura ideal de 5 grados centígrados, se destruirían completamente tras 6,8 millones de años Para llegar a estas conclusiones examinaron el ADN obtenido de los huesos de las patas de tres especies de Moas, unas aves gigantes de Nueva Zelanda extintas por los europeos.
Llenos de decepción por no poder disfrutar de la presencia de estos gigantes prehistóricos, siempre nos quedará alzar la vista al cielo y comtemplar el viuelo de sus descendientes vivientes, las aves.