EEUU y Cuba comienzan el diálogo para retomar las relaciones diplomáticas
Son las primeras conversaciones de alto nivel entre Cuba y Estados Unidos en medio siglo. Funcionarios de ambos gobiernos se reunirán el miércoles y jueves en La Habana, en medio de enormes expectativas tras el deshielo anunciado por Barack Obama y Raúl Castro
Nueva York
El jueves 22 de enero comenzará el diálogo que definirá “los principios y pasos” para el restablecimiento de relaciones diplomáticas y la apertura de embajadas en ambos países. Antes, el miércoles 21, se celebrará una nueva ronda de las conversaciones migratorias que La Habana y Washington celebran desde 1995.
Las delegaciones estarán lideradas por la estadounidense Roberta Jacobson, secretaria adjunta para Latinoamérica, y la cubana Josefina Vidal, directora general para Estados Unidos del Ministerio de Relaciones Exteriores (Minrex).
Un alto funcionario del Departamento de Estado ha explicado que la delegación estadounidense solicitará que se acredite a sus diplomáticos, el incremento de personal diplomático autorizado, la eliminación de restricciones para viajar, para recibir o enviar correspondencia y el acceso de los ciudadanos cubanos a la misión estadounidense. Pero, según reconoce, “es difícil saber exactamente que saldrá de esta primera conversación”. No está claro que temas pondrá sobre la mesa el gobierno cubano. Para Washington, el primer encuentro servirá para conocer “los parámetros” con los que estarán trabajando y no esperan “cerrar todos los temas en la primera conversación”.
La Habana ha dado pocas señales sobre su postura ante las medidas anunciadas por el presidente Barack Obama y la próxima ronda de negociaciones, aunque el presidente Raúl Castro reiteró su disposición de dialogar “sobre todos los temas” con EEUU, en la clausura de la Asamblea Nacional en 2014.
Las deportaciones y la Ley de Ajuste Cubano (que permite a los cubanos que llegan a EEUU por cualquier medio quedarse en el país y obtener la residencia permanente al año) “no serán parte de la conversación”, según el alto cargo del Departamento de Estado. Pese a los rumores de las últimas semanas, este funcionario enfatiza que “no hay planes de cambiar la ley la Ley de Ajuste Cubano, que tiene que ser modificada por el Congreso”. Así mismo consideran que los litigios por las confiscaciones de propiedades es un tema que deberá resolverse en el futuro, como parte del proceso de normalización de relaciones. Por el momento, EEUU quiere expandir la cooperación en áreas de interés mutuo como “anti narcóticos, seguridad sanitaria o Ébola”.
Roberta Jacobson se reunirá con disidentes, líderes religiosos y empresarios el día 23. Parte de la oposición cubana ha sido crítica con la nueva política de acercamiento de EEUU, una opinión que el Departamento de Estado considera “legítima y valida desde la perspectiva de autenticidad de aquellos que viven en la isla”.
La administración Obama no tiene “ilusiones” con respecto al gobierno de Raúl Castro “y por eso la promoción de los derechos humanos y la democracia van a estar en el centro de nuestra política”.
Las conversaciones llegan precedidas de la entrada en vigor el pasado viernes de las nuevas medidas anunciadas por Obama para relajar el embargo económico y comercial sobre la isla. Ese levantamiento parcial de las sanciones contra Cuba incluye más facilidades para las visitas de estadounidenses, intercambios comerciales de bienes básicos, material de construcción, equipos de telecomunicaciones o maquinaria agrícola, transacciones bancarias hasta ahora prohibidas y más dinero en las remesas a Cuba, que pasan de 500 a 2.000 dólares por trimestre.
Tras el anuncio de esas medidas, la prensa oficial cubana publicó una sola nota de prensa, en la que destaca que “se mantiene el bloqueo económico, comercial y financiero”. Una periodista oficial advirtió que aunque EEUU se había “calzado guantes de seda”, “la sentencia de muerte a la Isla la mantiene en pie, lo que obliga a David a ser más astuto que nunca frente a Goliat”.