El PP venderá en campaña que Rajoy tiene menos parados que Zapatero
El Gobierno espera que los datos del paro registrado se reduzcan a partir de marzo o abril. Ahora mismo hay 25.000 personas más desempleadas que cuando Zapatero estaba en La Moncloa
Madrid
El desempleo sigue siendo la cruz de Mariano Rajoy. El presidente del Gobierno, que cuando estaba en la oposición se hizo una foto ante la cola del INEM, es muy consciente de ello. Por eso el domingo pasado, en una entrevista a EFE, deslizó un mensaje en clave electoral: anunció que entre el año pasado y este se creará un millón de puestos de trabajo.
Pero, además, en el Gobierno esperan que los datos de paro registrado sean inferiores de cara a la primavera. Es su as en la manga. Dicen que a partir de marzo o abril, la cifra descenderá. Esos son los tiempos que manejan en el Ejecutivo y que algunos prefieren no desvelar por si finalmente no se cumplen.
El presidente ha dicho en varias ocasiones que cuando acabe la legislatura habrá menos parados que cuando él llegó al Ejecutivo, a finales de 2011, y en su equipo económico están convencidos de que mantendrá su palabra. Pero nunca han querido concretar fechas. El pasado viernes, en el Consejo de Ministros, se le preguntó a Fátima Báñez por este asunto pero la ministra de Empleo se ciñó al guión del Rajoy.
Los conservadores confían en que sea antes de las elecciones municipales y autonómicas para que de esa forma Rajoy pueda llegar a los mítines defendiendo que deja atrás la herencia de José Luis Rodríguez Zapatero. Con ello ya tendría su principal argumento para la campaña.
Al entrar en la Moncloa, Rajoy se encontró con 4.422.359 parados apuntados en el INEM . Ahora la cifra se sitúa en 4.447.711. Y para mayo, fuentes del Gobierno están convencidas de que esa diferencia de 25.352 personas se podrá reducir y lo podrán vender como todo un éxito.
En cualquier caso, no sería la primera vez que ocurre. Ya en julio se contabilizaron 4.419.860 personas inscritas. Menos que con el ejecutivo socialista. Pero al mes siguiente el número volvió a subir. Fue algo puntual y creen que, a diferencia de entonces, esta vez se consolidará, que se producirá una caída sostenida.
Saben que recibirán críticas por apuntárselo, cuando tantos jóvenes han tenido que irse fuera y cuando han contado con toda una legislatura para mejorar la situación. Pero el discurso popular incidirá en que ellos recibieron una situación muy difícil, que España estaba en quiebra, y que todo va a ir a mejor.
Por otro lado, que la situación del paro registrado mejore, no significa que todo se arregle, porque no todos los parados tienen que estar apuntados. Entre el paro registrado y la medida que da la EPA, más precisa, hay un millón de diferencia que son, precisamente, los que no están inscritos.
En campaña, desde el PP y desde el Gobierno insistirán además en lanzar mensajes de recuperación económica y también en que, con la rebaja de impuestos, va a llegar más dinero a los bolsillos de los contribuyentes.
Y todos los cargos populares recordarán, hasta la saciedad, que no hubo rescate en España, aunque lo fue el financiero. Quieren que los ciudadanos sean conscientes de lo que habría supuesto para nuestro país una intervención y tratarán de reavivar el recuerdo y apuntarse el tanto de que gracias a ellos se pudo evitar.
Este será el eje principal de una campaña que se espera muy bronca. En ella los populares defenderán que su formación es garantía de estabilidad frente a otros partidos políticos, entrando de lleno a descalificar sus propuestas en materia económica, porque, a su juicio, solo nos hundirían de nuevo en la crisis.