La vitamina C es un antioxidante y es un protector de las mucosas. Tradicionalmente la toma de vitamina C contenida en los cítricos como la naranja o el limón se ha considerado un protector, aunque no ha podido ser completamente demostrado científicamente, la experiencia parece que vaya en su favor. La mezcla de miel caliente disuelta con zumo de limón es un excelente antitusivo y suavizante de las molestias de garganta que aparecen en la gripe. Durante los procesos gripales aparece fiebre y riesgo de deshidratación, por eso es muy bueno beber líquidos. Además, aparecen dolores musculares que mejoran tomando líquidos azucarados, zumos y bebidas energéticas en general que contengan sales minerales. Realmente lo que sucede es que con la fiebre que aparece durante la gripe, sudas, pero ello no contribuye a acelerar el proceso del resfriado. Si es verdaderamente la gripe, sólo la padecerás una vez. El problema es que se trate de otros virus que puedan producir síntomas parecidos, ya que en ocasiones virus respiratorios o digestivos producen síntomas similares. No necesariamente, pero el frío tiene algunos efectos negativos sobre las mucosas que pueden hacer paralizar las defensas naturales, favoreciendo la transmisión. Por ello es conveniente abrigarse. Está muy relacionado con la respuesta anterior. La pérdida de calor nasal y bucal puede favorecer contraer un resfriado. Las vacunas actualmente están muy controladas desde el punto de vista científico y no hay ninguna razón para pensar que sean peligrosas. La vacuna de la gripe es absolutamente necesaria para las personas en riesgo y se ha demostrado que es absolutamente eficaz y por ello debe ser siempre recomendada. El organismo quema calorías por efecto de la pérdida de calor, aunque por debajo de las necesidades habituales. No conviene forzar a la alimentación, ya que es un proceso transitorio. Deben administrarse alimentos suaves que no creen problemas digestivos ni intolerancia. En absoluto. El resfriado no respeta a nadie, aunque es verdad que las personas que padezcan una enfermedad crónica y debilitante pueden ser más propensas a contraerlo. En general, es cierto, pues en el momento actual no contamos con fármacos antivíricos que sean plenamente efectivos para luchasr contra la gripe. Sin embargo, sí podemos aliviar los síntomas con medicamentos para el dolor, la destilación nasal, las náuseas, etc, incluso administrando antibióticos en las fases de complicación de los procesos gripales con infecciones bacterianas. El lavado de manos puede evitar en buena manera el contagio que se produce por las gotitas de transmisión que pueden transmitir los virus, por lo que es recomendable. Fumar nunca es bueno, pero fumar durante los procesos gripales puede empeorar todavía más los síntomas.