La familia Pujol atribuye la gestión del patrimonio oculto en el extranjero a Jordi Pujol Ferrusola
La juez pregunta por los extractos bancarios que justifiquen el efecto multiplicador del legado de 140 millones de las antiguas pesetas que las inversiones del clan han elevado hasta los 540 millones de la actualidad
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Barcelona
El matrimonio Pujol y tres de sus hijos han declarado en calidad de imputados en la Ciudad de la Justicia de Barcelona para aclarar el origen de la fortuna que han mantenido en el extranjero durante más de tres décadas. Según fuentes jurídicas, la familia ha explicado que Florenci Pujol legó 140 millones de las antiguas pesetas a su nuera y a sus nietos ante la "situación de riesgo" que suponía que Jordi Pujol se dedicara a la política. Ese dinero estuvo fuera de España durante la década de los 80 hasta que todos los hijos del expresident alcanzaron la mayoría de edad en los años 90. Entonces se les comunicó su existencia por expreso deseo de Florenci Pujol que lo dejó por escrito en unos documentos a los que se han referido durante el interrogatorio pero que no han entregado al juez.
La gestión de esos fondos estuvo primero en manos de un asesor amigo de la familia, después en manos de un primo de Jordi Pujol y finalmente del primogénito, Jordi Pujol Ferrusola, que no está imputado en la causa. Pujol Ferrusola entregó a cada uno de sus hermanos el dinero según vencían los productos financieros en los que estaba invertido. Un capital inicial de 140 millones de las antiguas pesetas en dólares que aumentó hasta los 540 millones. La juez ha preguntado por los extractos financieros que justifiquen esas inversiones y que tampoco obran en el sumario.
El expresident, que ha declarado durante dos horas, ha respondido la mayor parte de preguntas en catalán y ha negado en reiteradas ocasiones que ese dinero provenga de la corrupción o del erario público. Ha defendido que nunca quiso saber de esa fortuna por miedo a que le afectará a su carrera política. Jordi Pujol y sus hijos han respondido a las preguntas de la juez, del fiscal y de su defensa. Marta Ferrusola ha sido la única que se ha acogido a su derecho a no declarar.