Ocio y cultura

10 lugares imprescindibles en Sudáfrica

Allá en los confines más remotos del África austral nace un país ligado al éxito de los navegantes portugueses que voltearon Cabo de Buena Esperanza en busca de las especias de las Indias orientales. Dicen de Sudáfrica que es la puerta más amable del continente y no dudaría en recalcar que es uno de los mejores destinos viajeros que allí se dan. Por sí solo abarca un viaje a la naturaleza más explosiva en compañía de los grandes mamíferos terrestres y marinos, y a su vez ofrece un repaso muy vivo a la historia reciente y social con una leyenda como Nelson Mandela protagonizando discursos grabados en los ojos de la gente.

Dado que Sudáfrica es uno de los viajes más recomendables que se pueden hacer en África os proponemos 10 lugares o experiencias imprescindibles con los que poner el lazo a una aventura fascinante.

El Parque Nacional Kruger

Lo que el Masai Mara a Kenia y el Serengeti a Tanzania. Eso es el Parque Nacional Kruger para Sudáfrica, el mejor parque nacional en el país para hacer un safari y toparse con los Big Five a las primeras de cambio. Con unas posibilidades de avistamiento de fauna inmensas, es de esos sitios en los que poder encontrarse de cerca con una manada de leones y hacer fotografías sin descanso para ser el protagonista de tu propio documental.

Kruger 2

Con un 4x4 como transporte (aunque también se ofrecen safaris a pie) uno se siente en sintonía con la naturaleza original de África. No es lo mismo ver correr al rinoceronte a unos pocos metros que en una pantalla de cine. Hay cosas que hay que sentir al menos una vez en la vida y en Sudáfrica el Kruger es una de ellas.

Ciudad del Cabo

Se trata de una de las ciudades más bellas del África negra. En realidad allí comienza Sudáfrica, dado que Ciudad del Cabo se convirtió muy pronto en una base marítima para facilitar los viajes a la India de los navegantes europeos. Los holandeses le dieron forma y los ingleses carácter. Su clima mediterráneo atrajo a una numerosa población que se enorgullece de vivir en una de las ciudades con mejor emplazamiento del mundo.

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La ajetreada, pero hermosa Long Street, así como el Waterfront (el muelle victoriano) son los núcleos urbanos más agradecidos para pasear en Ciudad del Cabo, aunque es cierto que la ciudad se puede vivir desde lo alto de un helicóptero, tirándose en parapente o saliendo a buscar la mejor panorámica desde las montañas.

Table Mountain

Sin salirnos de Ciudad del Cabo salvamos más de 1000 metros de desnivel para ponernos a caminar por una enorme montaña con forma de mesa que no hace mucho fue declarada una de las siete maravillas naturales del mundo. Table Mountain es la excursión con mayúsculas de los viajeros y habitantes de Ciudad del Cabo, que buscan sus admirables atardeceres y hacen picnic con vistas al océano y a la península del Cabo. Si el viento y las nubes no lo impiden, la experiencia merece mucho la pena.

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Cabo de Buena Esperanza

Emular a Vasco de Gama, Bartolomé Dias y compañía es posible todavía, aunque utilizando un vehículo para sortear curvas, bahías y playas de arena blanca en una de las rutas escénicas más recomendables de Sudáfrica. Con suerte nos terminarán acompañando los avestruces e incluso los pingüinos, en un roadtrip muy especial que permite asomarse al que en primer momento se denominó Cabo de las tormentas para dar paso después a la buena esperanza una vez se encontró el camino a las costas hindúes. Este es uno de esos hitos geográficos que marcaron la Historia para siempre y que para los viajeros suponen un antes y un después.

En Cabo de Buena Esperanza

Hermanus, la ciudad de las ballenas

Entre junio y noviembre, incluso primeros de diciembre, decenas de ballenas se acercan a la costa sudafricana para criar y preparar el largo viaje a la Antártida de todos los años. En el corazón de la denominada Cape Whale Coast se puede avistar a la gran ballena franca austral (que puede llegar a medir 16 metros) sin subirse siquiera a un barco. En Hermanus se ven ballenas desde el paseo marítimo o desde las rocas, aunque también se organizan excursiones para estar a un palmo de estos grandes cetáceos.

Hermanus

Gansbaai y el gran tiburón blanco

Si Hermanus es la ciudad de las ballenas, Gaansbai, apenas a un cuarto de hora de ésta, es la sede del gran tiburón blanco. Pocos sitios en el mundo, o diría que ninguno, son tan buenos para poder mirar a los ojos a estos grandes depredadores del océano. La temperatura del agua y la cantidad de alimento (hay colonias de leones marinos altamente pobladas) facilitan la presencia de este gran escualo.

tiburón blanco

De la tranquila localidad de Gansbaai salen los barcos con jaulas donde se meten los buceadores a esperar el paso impactante de los tiburones junto a las rejas. Esta actividad supone una descarga importante de adrenalina para quienes llegan a tener a escasos centímetros a tiburones de hasta 6 metros de longitud.

Los grandes viñedos

A Sudáfrica llegaron los hugonotes franceses en el siglo XVII en plena persecución de sus ideas religiosas. De Francia no sólo trajeron el idioma al valle de Franshhoek sino también las tradiciones culinarias. Y, entre ellas, el cultivo del vino. Como si de la Aquitania se tratara con aromas a Burdeos, surge un buen número de bodegas con deliciosos edificios coloniales que a uno le hacen sentir en cualquier lugar menos en África. Visitar La Motte o aprender a maridar chocolate con buen vino en Boschendal son algunas de las recomendaciones para hacer en este rincón tan espléndido donde nace uno de los vinos más apreciados del mundo.

Franshhoek

La vida de los townships en Soweto o Guguletho

Como dijimos antes Sudáfrica tiene varios viajes, entre ellos uno muy social a la historia de la segregación racial. Las cicatrices del apartheid son aún muy recientes y millones de sudafricanos de raza negra siguen viviendo en condiciones infrahumanas en inmensas ciudades chabolistas conocidas como townships. En Soweto, un símbolo de la barbarie del apartheid a pocos kilómetros de Johannesburgo, más de 500 estudiantes murieron acribillados a balazos en 1976 por manifestarse en contra de la imposición del afrikáans en las escuelas.

Soweto

De esta historia, así como de las formas de vida en barrios como este, se puede saber mucho en visitas organizadas en las que la clave está interactuar con la gente. En Guguletho (Ciudad del Cabo), por ejemplo, se organizan braais (barbacoas) los domingos en los que se mezclan ante una buena parrillada (y música) blancos con negros, cuya juventud les permite ir dejando atrás poco a poco el rencor de unos tiempos que no vivieron. Mzoli´s es un referente y un ejemplo de comunión de personas en las que el color de la piel es una mera anécdota.

Robben Island

La cárcel de Robben Island, frente a las playas de Ciudad del Cabo, es uno de los lugares más duros emocionalmente hablando para comprender el apartheid. La que fuera una leprosería se convirtió en una cárcel para presos políticos. Su más ilustre “huésped” fue Nelson Mandela, quien por defender sus ideas pagó con 18 años de su vida en una celda minúscula.

Robben island

Se organizan visitas a la vieja prisión para conocer una de las facetas más duras del régimen político del apartheid y seguir la huella del propio Mandela al otro lado de la celda. Son horas realmente conmovedoras, pero que ayudan a comprender una etapa muy oscura de la historia sudafricana.

Blyde River Canyon

Uno de los mejores paisajes de todo el país está en la provincia de Mpumalanga. El cañón del río Blyde está entre los tres más grandes de todo el planeta (26 km. de extensión y hasta 700 m. de profundidad) y muestra una vegetación exuberante que se puede admirar desde pasarelas y miradores.

Blyde

Es uno de los regalos de la cordillera de Drakensberg con los que cerrar un viaje paisajístico tan auténtico como increíble.

DATOS PRÁCTICOS

  • Aerolíneas como Bristish Airways, Emirates o KLM vuelan desde España, con escala en aeropuertos como Londres, Dubai o Amsterdam, a Johannesburgo o a Ciudad del Cabo.
  • La agencia española Aventura África, con sus oficinas en Ciudad del Cabo, ofrece viajes a medida en Sudáfrica y muy pronto a otros países del entorno.
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