El reto del empleo: Sara de la Rica
Hay que avanzar hacia un modelo en el que el mercado laboral sea más flexible, pero con contratos estables
Hay que avanzar hacia un modelo en el que el mercado laboral sea más flexible, pero con contratos estables y con instituciones que permitan aumentar la seguridad de los trabajadores en cuanto a protegerles de la inempleabilidad. Esto requiere de instituciones que tengan bien diseñadas las políticas activas de empleo de modo que tanto los trabajadores empleados como los que no lo están estén en continua adaptación.
España es un estado con numerosas regiones y algunas de ellas fuertemente industrializadas. Pero sí es cierto que comunidades más grandes, como Madrid, Andalucía, Cataluña o Valencia tienen un sector industrial demasiado poco desarrollado. La industria está muy globalizada, requiere de gran capacidad de innovación y para ello se necesitan empresas más grandes. Por otra parte, se necesita que la mano de obra vaya de la mano de la innovación y esto requiere de una continua adaptación de los trabajadores a las nuevas tecnologías.
A corto plazo, una devaluación salarial puede ayudar, y así ha sido en los últimos dos años. Pero creo que este no es el camino en el medio plazo. La apuesta por la mejora de la productividad no debe centrarse en salarios bajos, sino en mayor valor por hora trabajada. Y para esto es necesaria una mayor inversión en capital físico y en capital humano. Por tanto, a medida que la crisis remonta, y algunas empresas comienzan a tener márgenes de explotación positivos, debiera producirse un cambio de estrategia, consistente en priorizar la calidad: Calidad en la inversión productiva y en la mano de obra.
En un contexto de credibilidad y confianza de los agentes sociales, creo que unir salarios (y beneficios) al resultado de la empresa y/o del trabajador es lo óptimo. El trabajador, si participa de los resultados, se siente más empresa y esto siempre repercute positivamente en su esfuerzo. Pero para que esto se produzca es fundamental que se trabaje en un contexto de confianza: que los trabajadores (o sus representantes) conozcan los resultados de la empresa y esto requiere una transparencia que en la mayoría de los casos no se da.
La polarización del empleo junto a la globalización parece que va a crear una mayor dualidad y desigualdad en el mercado de trabajo: Por una parte, trabajos poco cualificados, mal retribuidos, que exigen alta flexibilidad por parte del trabajador y bajas condiciones laborales y por otro empleos con alta cualificación, alta demanda por parte de la empresa y en consecuencia con buenas condiciones laborales. Es muy posible que a corto plazo esto sea irremediable. A medio y largo plazo, las sociedades debiéramos tratar de implantar sistemas educativos donde nuestros jóvenes puedan desarrollar las competencias que les llevan hacia los trabajos mejor retribuidos. Hay actividades que las máquinas nunca van a poder hacer: El ser humano debe especializarse en ellas.
Sara de la Rica es catedrática de Economía de la Universidad del País Vasco. Directora de la cátedra “Fuentes Quintana” de FEDEA (Fundación de Estudios de Economía Aplicada), e investigadora asociada de centros de investigación de Londres y Bonn. Especialista en mercado de trabajo y género, educación e inmigración