El reto del empleo: Guillermo de la Dehesa
Los dos grandes retos para el empleo de cara al futuro son la robotización y la digitalización
La Gran Recesión ha aumentado la tasa de paro hasta alcanzar el 26%, sólo superada por Grecia. Se han introducido dos importantes reformas laborales para intentar flexibilizar este mercado y reducir la escandalosa tasa de desempleo, aumentando la contratación a tiempo parcial y temporal, reduciéndose los salarios un 26% nominal y un 30% real y aumentándose las horas extra no pagadas. El salario mediano ha caído por debajo del de 1993. Las ofertas de trabajo con salarios inferiores a 15 euros alcanzaban el 33% a finales de 2014. Además, el sistema público de empleo (SPE) fue incapaz de cumplir su función contratando directamente una cifra muy pequeña de desempleados y ha tenido que acudir a agencias de colocación privadas y especialmente a las de trabajo temporal (ETT) que los contratan directamente y luego los colocan en las empresas.
¿Cuáles serán las tendencias del empleo en el futuro? La globalización de la economía mundial ha permitido la deslocalización parcial de la producción industrial y de servicios de los países desarrollados, utilizando mano de obra más barata en los países en desarrollo, en lugar de acudir a la inmigración de su mano de obra, creando cadenas de valor que incorporan conocimiento, financiación, tecnología, producción y transporte.
Esto hace que, en los países más desarrollados, el empleo tienda a concentrarse crecientemente en el conocimiento, el I+D+i, la financiación, el transporte y en los menos desarrollados el empleo, más barato, se concentre en las manufacturas. De esta forma, aumenta con rapidez la creciente flexibilidad de los nuevos contratos de empleo en términos de horas, lugares, dedicación y horarios concentrándose especialmente en nuevas tareas. Las condiciones de trabajo están dependiendo crecientemente de los mercados, pero los empleados van a poder tener opciones más flexibles en términos de horarios y lugares y poder organizarse ellos mismos libremente siempre que cumplan sus metas.
Finalmente, los dos grandes retos para el empleo de cara al futuro son la robotización y la digitalización. Ambos van a incrementar la productividad de forma muy importante. Ahora bien, el primero va a reducir notablemente el empleo en la industria y en las manufacturas y el segundo va a reducir notablemente el empleo en los servicios. Van a crear empleo pero van a destruirlo en mayor medida. Otros empleos serán creados pero en menor escala que los destruidos a menos que surjan nuevos empleos derivados de dichos cambios tecnológicos.
John Maynard Keynes, en su discurso en la Residencia de Estudiantes el 10 de Junio de 1930, durante su única visita a Madrid, sobre “las posibilidades económicas de nuestros nietos” fue el primero, en la historia, en advertir que, cien años más tarde, podría llegar a generarse “desempleo tecnológico” debido al descubrimiento de tecnologías que ahorrarían empleo a mayor velocidad que el desarrollo de nuevos usos alternativos del factor trabajo.
Guillermo de la Dehesa es economista, presidente del Centre for Economic Policy Research (CEPR) de Londres, y presidente del consejo rector del Instituto de Empresa. Exsecretario de Estado de Economía (1986-1988), ha trabajado como miembro de alto nivel de distintos organismos internacionales (FMI, BID…) y como miembro del consejo de administración de diferentes compañías, públicas y privadas