Acoso sexual, pornografía, o fraude en la Comisión Europea

Madrid

Desde gastos excesivos, hostigamiento sexual a las colegas o ver cientos de horas de pornografía en la oficina, son algunos de los expedientes disciplinarios abiertos por la Comisión Europea a varios funcionarios que todavía se mantienen en sus puestos de trabajo. Son funcionarios de alto nivel de este organismo, cometiendo faltas graves que se han escapado de las sanciones con poco más de un tirón de orejas.

Algunos presentaron gastos con facturas falsas, según cuenta en exclusiva el Sunday Telegraph británico,  otros intentaron asegurar puestos de trabajo para familiares en contratos que gestionaban. En apenas dos años la Oficina de Investigación y Disciplina de la Comisión, conocida por las siglas IDOC, ha investigado 84 casos de mala conducta. De esta cifra, 43 fueron sancionados y solo seis despedidos.

Trabajar para la Comisión Europea, está muy bien recompensado económicamente. Uno de cada cinco empleados de este macro-complejo europeo gana más que el Presidente del Gobierno Español, Mariano Rajoy, y tampoco tendría mucho mérito porque Rajoy es de los jefes de gobierno europeo que menos gana, sino que superan en emolumentos al propio primer ministro Cameron gracias a los salarios, las ayudas y lo que cobran en especias que supera el 13%.

Para algunos empleados del lugar, es como una jaula de oro con personal aburrido que no trabaja pero que no encuentra otro empleo donde le paguen lo que cobra allí. Las personas que han burlado las reglas y a quienes se les mantuvo en su trabajo, cuatro de ellas fueron degradadas, dos de modo temporal.

Los casos de visualización de material pornográfico en el trabajo, son múltiples, y se cierran con una pequeña colleja verbal. Hay algunos sangrantes, como aquél que se bajó más de 100 GB durante 200 o 300 horas en línea de mas de 100 sitios web de contenido erótico. O el funcionario que fue reprimido por conducta de naturaleza sexual explícita hacia dos colegas en el lugar de trabajo.

Hay casos como el del alto funcionario de la comisión, que “erróneamente” recibió sumas sustanciales de ayudas al alquiler durante varios años, otra burócrata recibió ayudas familiares, para la educación y prestaciones médicas para su hijo en un fraude persistente y deliberado, dado que su hijo ni estaba enfermo ni vivía con ella.

Otro de los expedientados relata el informe pidió permiso por motivos personales, al tiempo que se ofrecía a la propia comisión como consultor externo remunerado. Este ha sido uno