Rebelión a bordo
Primeras voces contra Tsipras dentro de Syriza
Madrid
En Bruselas no lo tiene fácil, pero en casa, en Atenas, a Alexis Tsipras las cosas también se les están complicando. Dos voces de peso dentro de Syriza han criticado el acuerdo alcanzado el pasado viernes con el Eurogrupo.
La primera es la de un histórico de la izquierda griega, Manolis Glezos, el joven que con 18 años descolgó la bandera nazi de la Acrópolis y que desde el pasado mes de mayo es eurodiputado. Glezos ha pedido perdón a los votantes de Syriza por haber participado en esta "ilusión de cambio". Dice que cambiar "troika" por "instituciones", "rescate" por "acuerdo" y "prestamistas" por "socios", es lo mismo que no cambiar nada. El gobierno le ha respondido con un comunicado en el que asegura que "debe estra mal informado acerca de las dificiles negociaciones"
La segunda voz discordante, quizá no tan carismática como la de Glezos pero muy significativa, es la del ministro Panayotis Lafazanis, titular de Medio Ambiente y Energía. En una entrevista en la prensa local ha dicho que no se puede permitir que se castigue la voluntad del pueblo y que tal como ellos defendieron en la campaña electoral e incluyeron en su programa, "los rescates son cosas del pasado, y no deben reconstruirse".
Syriza fue en su origen una coalición en la que entraron desde antiguos comunistas y troskistas, a miembros desencantados del PASOK, o ecologistas. Muchas opiniones, muchas tendencias, cuando aún no se ha cumplido un mes desde las elecciones, alguna de ellas ya piden cuentas a Tsipras por haberse rendido, dicen, a las imposiciones de la Unión Europea.
Rafa Panadero
Ha desarrollado casi toda su carrera profesional en la Cadena SER, a la que se incorporó en 2002 tras...