Las verdaderas Galerías Velvet
Reportaje sobre las galerías más famosas de la ficción española y su emplazamiento y apariencia real
Imagen virtual de la fachada de Galerías Velvet / ATRESMEDIA
Este lunes, la serie de Antena 3 'Velvet' pone el punto y final a su segunda temporada sabiendo que volverá dentro de unos meses con nuevos episodios y personajes. La ficción producida por Bambú no ha notado el desgaste del paso de los capítulos y se mantiene fuerte, tanto en la noche del martes como en la del lunes; franjas en las que se ha emitido y ha liderado. Algo más de 4 millones de espectadores ven cada semana esta serie protagonizada por Miguel Ángel Silvestre y Paula Echevarría. Cada semana, más de una quinta parte de todas las personas que están sentadas frente al televisor deciden darse una vuelta por las Galerías Velvet.
DAVID REDONDO
Unas galerías que son todo un orgullo para quienes tienen que ver algo con este proyecto, desde productores hasta actores. Un diáfano espacio que transporta al espectador al Madrid de mediados del siglo XX, a una Gran Vía con menos tráfico, pero con el mismo desasosiego y la misma viveza que en la actualidad. Unas galerías a través de cuyas puertas giratorias se pasaba del gris de una sociedad empobrecida y sumida en una dictadura al color y el glamur que contenían sus maniquíes y mostradores.
"No tengo costumbre de copiar decorados, me gusta parirlo. Lógicamente, en las conversaciones previas a cuando vas a empezar a trabajar en una serie hay mucha foto y mucha documentación… El productor me insistía mucho con edificios de Nueva York de los años 30 como el edificio Chrysler. Más o menos, te puedes fundamentar en detalles arquitectónicos, pero en nada particularmente". Son palabras de Carlos de Dorremochea -Dorre- director de arte de 'Velvet' junto con Jorge de Soto. "En este caso que hay mucho glamur en la historia, había que hacer una cosa espectacular. En este caso primaba la espectacularidad, de ahí el tamaño", afirma Carlos, responsable de los decorados de esta serie de Antena 3.
Decorados espectaculares. Por glamur y también por gusto del productor de la serie, Ramón Campos, que prefiere espacios amplios y diáfanos para que directores y operadores de cámara puedan jugar con las distancias y las perspectivas. "Lo que queda bien y bonito a simple vista no siempre queda bien en pantalla. Dame un decorado amplio, que si hay que reducir el espacio, ya se podrá hacer desde la cámara", comenta Ramón a la Cadena SER.
Ramón Campos junto con socia Teresa Fernández-Valdés son los responsables últimos de esta serie. Y ambos han hecho de Dorre su director de arte de cabecera. Él también ha diseñado los decorados de 'Bajo sospecha' (otra serie de esta productora estrenada la semana pasada) y está haciendo lo propio con los de 'Seis hermanas' (ficción diaria que en breve estrenará La 1).
"Es un proyecto grande. Es raro que un solo decorado tenga 50 metros de largo y más de 12 metros de altura. Es diáfano. Cuando entras a las galerías impresiona por el volumen", comenta Carlos sobre las Galerías Velvet que, sin embargo, aclara: "No es que sea un decorado más complejo que otros. De construcción, me parece hasta sencillo. Es una superficie muy grande".
La serie 'Velvet' graba el grueso de sus escenas en un plató de más de 1.500 metros cuadrados situado a las afueras de San Sebastián de los Reyes (Madrid). Una gran nave perteneciente a Atresmedia que recibe el nombre de Teatro Antena 3 y en el que en su día se grabaron programas como 'Sorpresa, sorpresa' o '¿Dónde estás corazón?'.
Ahora es el lugar en el que el equipo técnico y artístico de 'Velvet' debe recrear cada día el Madrid de los años 50. La magia de la televisión que convierte en un imponente edificio a un decorado de poco menos de 20 metros. "La pequeña fachada exterior por donde entran los clientes que tiene 17 metros de largo. Después, los efectos digitales hace que se vea la Gran Vía". En efecto, se ha visto recientemente en otras series como 'El Príncipe' o 'Víctor Ros', a partir de unos pequeños decorados a los que se les adosa un croma (paneles verdes) se puede recrear digitalmente edificios o barrios completos.
Set de rodaje-zona de costura de 'Velvet' / ATRESMEDIA
A la hora de trabajar, Carlos reconoce que el uso de esta tecnología no condiciona en nada su labor salvo, eso sí, en que el decorado es más pequeño: "Es otra forma de trabajar, no me altera nada. Yo construyo mi trozo de decorado y para el resto que se apañen los de digital".
Una fachada que resulta muy reconocible para cualquiera que pasee en la actualidad por la Gran Vía de Madrid, pues el edificio de las ficticias Galerías Velvet reproduce la parte frontal de la actual tienda de Zara en el número 34. Que esto fuera así no solo fue culpa de Dorre: "Fue una idea consensuada por el director, productor ejecutivo y por mí. Vas eligiendo entre varias fachadas en función de si interesa más por orientación, por luz, por los fondos… Al final, elegimos esta opción de una manera consensuada por todo el equipo"
Habitaciones y pasillos que se multiplican
"Tenemos realmente tres dormitorios, pero las reconvertimos como si fueran 10 ó 12. Los tres pasillos los convertimos en 10 pasillos. Se trata de dar la idea de que el edificio es muy grande y de que tenemos muchos decorados, pero la verdad es que no tenemos tantos", explica el director de arte de 'Velvet'.
En efecto, entre los decorados fijos que se puede encontrar cualquier visitante del rodaje de esta serie están los 3 dormitorios (a los que se les cambia de mobiliario y detalles para que pasen a ser de un personaje u otro cuando tocan), los despachos, zona de costura, zona de pase de modelos, zona de venta al público (con dos plantas),bar y azotea.
Parte trasera de las puertas giratorias de acceso al hall de Galerías Velvet / DAVID REDONDO
Parte frontal de las puertas de acceso a las galerías: sin focos tras ellas, no hay "luz solar" / DAVID REDONDO
Si impresiona ver cómo tras cada pasillo de estas galerías no hay más que maderas que sujetan las ficticias paredes tras las cuales se esconden focos y cientos de metros de cable, sorprende aún más comprobar cómo es la romántica azotea que llega a los espectadores a través de la pantalla. Poco menos que una carroza de carnaval parece ese pequeño decorado situado en el parking de este Teatro Antena 3. Unos metros más adelante, la supuesta fachada principal de Galerías Velvet que, a su vez, esconde la entrada de empleados de las galerías. Decorados que tan solo sirven para que se vea cómo los actores hacen ademán de entrar, pues tras esas puertas no hay nada.
Lo sí es importante para conseguir el realismo que en 'Velvet' aportan los decorados es que se traten de estancias con cuatro paredes; es decir, completamente cerradas para que la cámara pueda moverse a su antojo sin tener que ofrecer siempre el mismo plano cuando se encuentra en un mismo decorado: "Hoy en día, tratamos que las series [de prime time] tengan una mayor riqueza. Procuro que en todos los decorados se pueda rodar en 360 grados. Esto implica cerrar el decorado completamente… y en este caso, hay que dar facilidades al equipo para rodar", comenta Carlos para este reportaje, "tienes que hacer dos paredes móviles para que se pueda trabajar. Ya no son los actores que hay allí, están también el equipo técnico y luego las cámaras, luces, micros y demás aparatos". Paredes de quita y pon, huecos a través de los que entra una cámara y mobiliario que se cambia de lugar rápidamente.
Un diseño que, al principio, no convencía
Curiosamente, un aspecto tan alabado de 'Velvet' como son sus decorados -es raro charlar con alguno de sus actores y que los elogien- no terminaban de gozar, en sus inicios, de total confianza en la productora: "Como se trabaja con tal prisa, en las productoras, muchas veces no se tiene una idea clara de cómo quieren el decorado. Yo presenté una idea con esas puertas giratorias, que se han convertido en icono de la serie. A la productora no gustó demasiado en un principio. Fuimos trabajando sobre otras opciones y, al final, conseguí que las galerías fueran la idea inicial que yo tenía, un poco art déco. Me gustaba", explica Carlos de Dorremochea.
A la izquierda, Teatro Antena 3: Entrada al plató donde están los decorados interiores de las galerías 'Velvet'. A la derecha, fachada exterior de las galerías. Al fondo, la azotea de las galerías. / DAVID REDONDO
Carlos anda metido en el mundo de los decorados de series y películas desde que en la década de los 70 entrara a formar parte del departamento de Escenografía de TVE. Comenta sin acritud y con cierta sonrisa de resignación que, actualmente, las prisas se han incrementado tanto para los directores artísticos como se han bajado los presupuestos, de tal forma que para presentar el proyecto de una serie actual "no es el tiempo que se necesita, es el tiempo que te dejan para que tú pienses. Cada vez tenemos menos tiempo. Hay una gran diferencia a cómo se trabajaba antes que se preparaban los trabajos con muchísimo tiempo y eso hacía que se preparase el proyecto mucho mejor. Yo entregaba, al principio, todo el proyecto de ejecución de obra totalmente terminado con plantas, alzados, mobiliario, detalles… ", afirma Carlos, "Hoy en día, vamos a la carrera: vamos entregando a construcción las plantas para que ellos empiecen a preparan el plató cuando todavía no tenemos los alzados ni los detalles. Es un poco locura; es la época que nos ha tocado vivir, con todas las cadenas. Las prisas…"
Para diseñar el proyecto de 'Velvet' precisó de un mes "sin moverte del ordenador". Eso sobre el papel. Levantarlo lleva algo más de tiempo. Concretamente, las Galerías 'Velvet' quedaron construidas en 16 semanas.
La de las maderas, la del cartón piedra, la de los grandes focos y los cables tirados por el suelo, la de las puertas que no conducen a ningún lugar o la de habitaciones diferentes que en realidad son la misma… Esa es la auténtica realidad de las Galerías Velvet. Una realidad que desaparece cuando, tras el trabajo de muchos profesionales, un espectador enciende su televisor y disfruta, desde el sillón de su casa, de este universo de unos años 50 donde el glamur se hallaba como las buenas esencias, en pequeñas dosis.
