CCOO publicará las declaraciones de bienes de sus dirigentes y de sus afiliados en Consejos de Administración

Madrid

Por las mayores demanda de transparencia de la sociedad, porque lo piden los afiliados y por la “aparición de prácticas no acordes con los principios de Comisiones”. Éstas son las razones que ha dado la dirección de CCOO por boca de su Secretario de Organización, Fernando Lezcano, para anunciar un paquete de medidas para aumentar la transparencia y los controles internos que se aprobarán la semana que viene en un Consejo (máximo órgano entre congresos) extraordinario, y que se irán implantando a lo largo de los próximos meses, hasta culminar con medidas que requieren cambios estatutarios y por tanto habrán de esperar hasta el XI Congreso, previsto para principios de 2017.

La batería de medidas afecta, en primer lugar, a los dirigentes del sindicato. La limitación de mandatos (el tiempo máximo en el que se puede desempeñar el cargo de secretario general es de 12 años) se extenderá a todos los altos cargos: todos los miembros de las ejecutivas, tanto confederal, como federales y territoriales. Además, todos tendrán que presentar una declaración de bienes al iniciar y al finalizar su mandato, para mostrar el estado de su patrimonio en ambos momentos.

Estas medidas (limitación de mandatos y declaraciones de bienes) también alcanzarán a los afiliados de CCOO que formen parte del Consejo de Administración de alguna empresa; pero además, estos militantes se verán sometidos a controles suplementarios. Después del daño a la reputación del sindicato que supuso que varios de sus afiliados se viesen salpicados por el escándalo de las tarjetas black de Caja Madrid, en CCOO quieren que los elegidos para un Consejo de Administración reciban formación adicional, sean además profesionales del sector en cuestión (“no bastará con que sean sindicalistas de toda la vida”, decía Lezcano) y tendrán que dar cuenta de su gestión ante las secciones sindicales correspondientes. Se reforzará además el mecanismo, ya en vigor, por el que las retribuciones que se cobran por ser miembro del consejo acaban en el sindicato, y no en la persona que desempeña esa responsabilidad.

En relación con este asunto, CCOO ha decidido que va a proponer a Gobierno y otros agentes sociales que se implante en España unas Comisiones de Vigilancia en las empresas en los que los representantes de los trabajadores puedan tener voz y voto en las grandes decisiones de la compañía. La idea, tomada de Alemania, serviría para crear un órgano de participación para los trabajadores mejor que los Consejos de Administración. El sindicato ha decidido, en todo caso, que hasta que esas Comisiones de Vigilancia estén en marcha, podrán seguir participando en los Consejos (con los mecanismos de control adicionales descritos antes). Esta resolución ha sido fruto de un debate interno en el que el Secretario General, Ignacio Fernández Toxo, no ha logrado imponer su parecer: él siempre ha sido partidario –y lo ha dicho en distintas ocasiones- de abandonar los Consejos de Administración, porque en su opinión hacen más daño a la reputación del sindicato que beneficio.

Remuneración de la actividad sindical

Las medidas de transparencia que quiere implantar CCOO también incluyen la elaboración de un “mapa de participación institucional” (en el que se aprecie en qué empresas y organismos, públicos y privados, tiene presencia y representación el sindicato), la presentación de las cuentas (unificadas y desglosadas por organizaciones) en un “portal de transparencia” en el que se reúnan todas de forma homogénea y comparable (un trabajo que estará listo para mediados de 2016, cuando estén cerradas las cuentas de 2015). Se trabajará también en un modelo homogéneo en todas las organizaciones de CCOO para retribuir a los sindicalistas por los gastos en los que incurren durante su actividad sindical y la dedicación extra que aportan.

Por último, una figura que se aprobará ahora pero que se perfilará en el próximo Congreso será la del Defensor de la Afiliación, una persona a la que pueda acudir cualquier afiliado del sindicato si tiene quejas con los servicios o la información ofrecida por su organización de CCOO. Se trata, han precisado los dirigentes del sindicato que han presentado la batería de medidas, de un mecanismo de control que se añade, y no reemplaza, a los ya existentes en cada una de las federaciones y organizaciones del sindicato.