Una nueva vida para ‘Charlie Hebdo’, protegida en un búnker
La docena de millones recaudada por ventas y donaciones también inquietan
París
‘Charlie Hebdo’ estará este miércoles en los quioscos con la edición 1.179 y una tirada de 2,5 millones. La redacción que perdió a cinco dibujantes emblemáticos de la revista en la masacre del 7 de enero que provocó doce muertos, se enfrenta a una nueva vida encerrada en un bunker de alta seguridad y con una docena de millones, producto de los más de 7 millones de ejemplares vendidos del número de los “supervivientes” y de donaciones.
La portada, firmada por el dibujante Luz – Renald Luzier, superviviente de la matanza- es roja y en ella se representa una jauría humana encabezada por la ultraderechista Marine Le Pen, el ex presidente Nicolas Sarkozy y en la que se reconoce también al papa, a un terrorista vestido de negro con un kalasnikov en la boca, un micrófono del Bfn-tv... Todos ellos “que nos fastidian”, corren tras un perro que lleva en el morro un ejemplar de ‘Charlie Hebdo’.
“Es una portada inocente que significa que, tras el drama, regresamos a los asuntos cotidianos, a lo fundamental de Charlie”, ha descrito en France Info el caricaturista Luz. En su opinión no era Mahoma el tema que más les ha ocupado – aunque se hicieran en parte tristemente famosos por eso- sino las críticas a la política francesa, al Frente Nacional, a las derivas liberales del Gobierno, a la apuesta de la revista por la ecología y contra la energía nuclear.
El nuevo director de la revista es Riss, nombre con el que se conoce a Laurent Sourisseau, de 48 años. Lleva el brazo derecho en cabestrillo, por la bala que le metieron en el omóplato los terroristas que asesinaron a su lado a doce personas en la redacción (5 dibujantes, un economista, una psicoanalista, un corrector, un periodista invitado, un limpiador y dos policías) y dejaron malheridos y todavía hospitalizados, a otros tres periodistas el pasado 7 de enero.
Estaban acostumbrados a la protección, tras el incendio de la redacción hace un par de años. “Pero lo de ahora es distinto: hay dos tipos armados en la planta baja y otros dos delante de mi puerta”, indica resignado Riss.
La redacción ha trabajado tras los atentados en la sede del periódico ‘Liberation’ pero a partir de ahora tendrán su propio local, un elegante chalet en una calle privada de la Colina de Montmatre. “Ha sido la seguridad la que ha decidido la ubicación” ha relatado el director a Le Monde.
Pero más que el búnker donde dibujarán y escribirán a partir de ahora, a los miembros de la redacción les preocupa el maná que ha llovido desde el 7 de enero. “Tanto dinero puede matarnos”, ha comentado el médico y colaborador de la revista, Patrick Pelloux,.
La venta de más de siete millones ejemplares del número de “supervivientes” les ha proporcionado diez millones de euros, una fortuna para un periódico que vendía en promedio apenas 20.000 ejemplares y en diciembre pasado no sabía cómo afrontar los gastos de plantilla. En diversas donaciones particulares y empresariales han recibido unos 2 millones, que recibirán los familiares de las víctimas y otra parte a una fundación para dibujantes amenazados en el mundo.
Una buena parte de la redacción, que ha contratado dos nuevos dibujantes jóvenes, se decanta por convertir el actual accionariado (el 40% estaba en manos de Charb, muerto en el atentado) en una cooperativa que detentaría el capital de la revista. Riss quiere asegurar el futuro de la revista y contratar más caricaturistas, pero la cantera es muy pequeña y no todo el mundo está dispuesto a trabajar con miedo y riesgo.