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Fórmula 1

Alonso: Salud y moral siguen intactos

Después de las recomendaciones de los médicos, el piloto español no correrá en Australia pero sí estará disponible para Malasia. Poco a poco recupera en salud pero mantiene el entusiasmo

Fernando Alonso no podrá correr la primera carrera tras el accidente / Jorge Guerrero AFP

En algún lugar de su ya largo trayecto por la F1, Fernando Alonso perdió a la suerte como compañera de viaje. Sus 5 años en Ferrari, que él consideraba el paraíso ideal, han estado plagados de espinas y piedras en el camino. Buscando un cambio de rumbo y nuevos desafíos, eligió la puerta de McLaren-Honda (la más atractiva de las que estaban abiertas) para vivir una nueva aventura.

El futuro es incierto pero el comienzo está siendo un intento de avanzar en medio de arenas movedizas. Un coche sin fiabilidad, imposibilidad de rodar para mejorarlo y, para colmo de males, un accidente extraño rodeado de misterio y explicaciones poco convincentes. El remate a tanto mal fario ha sido no poder participar en la primera carrera del año.

Cuando Alonso acudió al Hospital General de Catalunya el pasado lunes, estaba casi convencido de que no tendría problemas para correr en Australia. La recomendación de los médicos supuso una sorpresa y un disgusto para él. Las pruebas que le hicieron descartaron cualquier tipo de lesión y certificaron que su estado de salud es óptimo.

Alonso: Salud y moral siguen intactos

Sin embargo, los doctores que le habían atendido después del accidente le hablaron del peligroso “efecto rebote” que tendría un segundo impacto de características similares al de Montmeló. Le explicaron que, en el tipo de conmoción que sufrió, es aconsejable, por precaución y la experiencia de casos similares, dejar pasar 20 días sin realizar actividades de riesgo y le pusieron de ejemplo a jugadores de la liga de hockey hielo o de fútbol americano en Estados Unidos. A regañadientes, Alonso aceptó el consejo médico.

Una decisión así ha vuelto a desatar los rumores y la espiral de especulaciones vuelve a ser imparable. No obstante, tanto Fernando como su entorno están tranquilos. Saben que, salvo contratiempo inesperado, estará en la segunda carrera, en Malasia, a finales de mes. Hasta entonces, seguirá entrenando y haciendo vida normal.

Además, en estos momentos de dudas y críticas al proyecto de McLaren-Honda, Alonso está más convencido que nunca de que su decisión de cambiar de equipo ha sido la correcta, que el nuevo coche tiene potencial para convertirse en ganador y que, cuando salgan de las tinieblas de la inmadurez, McLaren le permitirá sentar las bases para volver a ser campeón. Su convicción es plena y su entusiasmo no ha decaído.

 

 
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