Arvo Pärt y su música para el espíritu

Madrid

Un compositor habla con su música y, por ello, Arvo Pärt es remiso a explicarla. Hombre concentrado, espiritual y atento, aunque no alejado de la realidad, el compositor estonio clava la mirada en los ojos de su interlocutor y, reconcentrado, rebusca contestaciones nunca preparadas.

Poco dice de su trabajo. Si acaso que, entre otras razones, “compone por una elección natural y de conciencia, por el sentido de la vida y del arte, pensando en la belleza, buscando las relaciones genuinas, para mentirse menos a si mismo y a los otro y por el deseo de lo mejor”.

Como volutas de humo, su música nos invita a elevarnos y nos impele a meditar el silencio que la envuelve, sintiendo el amor en cada nota y en comunión casi mística para trascender. Creador de lo que se ha dado en llamar minimalismo sacro, sus composiciones son simples en apariencia, armónicas y de un rigor que ha traspasado estilos y ha ejercido una influencia decisiva en el rock progresivo, en el Pop y en la música electrónica.

El estonio se instala en Madrid durante unas semanas porque la Orquesta y Coros Nacionales de España rinden homenaje a este compositor cuya obra se ha escuchado en iglesias, auditorios y teatros y ha sido pedida por directores de cine y coreógrafos. Su música ha traspasado las fronteras de la música culta y se ha convertido en una escucha popular.

Carta Blanca a Arvo Pärt supondrá varios conciertos en el Auditorio Nacional, encuentros con estudiantes de bachillerato y hasta la proyección de un documental sobre su obra.