McLaren-Honda: la historia de un fin de semana para olvidar
La actuación de la nueva escudería de Fernando Alonso en el Gran Premio de Australia pone de manifiesto que sus monoplazas están muy lejos de ser candidatos a estar en los puntos en las próximas carreras
El McLaren-Honda de Magnussen es retirado de la pista durante los entrenamientos del GP de Australia. / Clive Mason (Getty Images)
Del rendimiento de los McLaren-Honda de Jenson Button y Kevin Magnussen –sustituto de Fernando Alonso- en la primera carrera del Mundial de Fórmula 1 solo se puede extraer una conclusión: son los peores monoplazas de la parrilla a excepción de los de la escudería Manor.
El abandono del danés en la vuelta de formación por la rotura de su motor y el undécimo puesto del británico en la carrera –último de los que consiguieron terminar- no hizo más que confirmar lo que se llevaba viendo desde que las nuevas flechas de plata empezaron a rodar. Y lo hicieron en toda su intensidad, para poner de relieve que los coches no son ni fiables ni rápidos.
Kevin Magnussen, por la hierba durante la calificación. / WILLIAM WEST
Este fin de semana quedó patente desde el primer minuto. Porque en los primeros entrenamientos libres del GP de Australia los McLaren solo fueron mejores que Grosjean (Lotus) y que los dos Manor, que no marcaron tiempo. Tanto Button como Magnussen rodaron cinco segundos más lentos que Rosberg. El danés, además, rompió la suspensión con una salida de pista.
No mejoró especialmente el rendimiento en la segunda sesión de trabajo en Melbourne. Button fue más rápido que Verstappen y Ericsson, pero eso no significó una gran alegría, ya que los tiempos siguieron siendo pobres respecto al resto de los equipos. Eso sí, la diferencia del británico respecto al mejor Mercedes bajó de los cuatro segundos.
La tercera tanda ofreció más de lo mismo, con los coches en los puestos 16 y 17 de la clasificación. Magnussen estuvo por delante de Button. Su crono, en torno a 3,5 segundos más lento que el de Hamilton. Solo Kvyat y los dos Manor fueron peores.
Button sale de su monoplaza al término del GP de Australia. / Robert Cianflone
La confección de la parrilla de salida terminó de corroborar que este iba a ser un fin de semana para olvidar. Los que pensaban hace unas semanas que los McLaren-Honda podrían estar en la Q3 en las primeras carreras terminaron de convencerse de que eso es una quimera. Button fue penúltimo, a cinco segundos de Hamilton. Magnussen, último y medio segundo más lento. Los Manor no hicieron tiempos.
Dos semanas quedan para la segunda carrera del año, el Gran Premio de Malasia, en la que la principal novedad será la vuelta de Fernando Alonso al monoplaza pilotado este fin de semana por Magnussen. Será una carrera complicada para el español. Y no solo porque todo el mundo estará pendiente de su actuación tras el accidente de Montmeló, sino porque tendrá que soportar algo tan duro como que alguno de los pilotos de Mercedes le doble más de una vez, como le ocurrió este domingo a Button en Melbourne.
Alfredo García
Coordinador digital de las emisoras de la SER. Anteriormente, y durante más de una década, fue responsable...
