Unas oposiciones sin discriminación

Una vecina de Santander, de 38 años, prepara las oposiciones que el Ayuntamiento de la capital cántabra acaba de volver a convocar. Ahora ya sabe que sólo van a contar su capacidad y su preparación para optar a una de las 14 plazas que salen a concurso. Su edad ya no le obligará a desistir de su objetivo, después de la revisión legal realizada por el Gobierno de Cantabria, a raíz de varias decisiones judiciales.

La última sale del Juzgado de lo Contencioso Administrativo número 1 de Santander, que ha dado la razón a esta mujer, que fue excluida de un anterior proceso de selección por superar los 30 años, el límite que estaba anteriormente establecido.

Entiende el juez que ese requisito vulnera la normativa europea. El tribunal considera que pueden exigirse determinadas capacidades físicas para ser policía, pero limitar la edad de incorporación a los 30 años es desproporcionado.

Es una victoria moral, ya que la sentencia tiene escaso valor jurídico. El consistorio anuló la oferta de empleo público y la ha vuelto a convocar, después de que el Gobierno de Cantabria aprobase una nueva Ley de Coordinación de Policías Locales de la comunidad, que elimina los topes de edad y también de estatura mínima, otro de los requisitos que habían suscitado muchas quejas por parte de los aspirantes.