Guardiola, un hincha más en el Camp Nou

Es común ver a entrenadores en estadios de rivales para, dicen, estudiar a otros equipos. Es menos común que un entrenador se mezcle con la grada y menos aún que se siente en su butaca de socio. Eso fue exactamente lo que hizo Guardiola este miércoles.

El técnico de Sampedor, que el martes vio en el palco del Calderón el Atlético-Leverkusen, fue un hincha más en el Camp Nou, al que acudió junto a su padre y a su amigo Manel Estiarte.

El técnico del Bayern, que llegó a su asiento recién empezado el partido y se marchó cinco minutos antes del final, estuvo bastante expresivo durante todo el partido. Se le vio aplaudir y también ‘alucinar’ -se llevó las manos a la cara con un caño de Messi a Milner junto a la línea de cal-.

Guardiola, que abandonó el Barça en verano de 2012 después de dirigir al equipo catalán durante cuatro años, la época más gloriosa del club, nunca se ha enfrentado en partido oficial al equipo catalán como rival. Habrá que esperar al viernes a ver si el bombo es caprichoso y empareja a bávaros y catalanes en los cuartos de la Champions.