Museos que cambien nuestra vida

Madrid

Mamadou Jean Baptiste Maurice es de Haití y cumple pena en la prisión de Soto del Real. Hace un tiempo, el personal del Museo Nacional de Artes Decorativas visitó la prisión para hablar de los fondos y las actividades del Museo. Mamadou pudo salir después con un permiso y visitarlo. Y, al volver a Soto del Real, contárselo a sus compañeros de celda. Explica que era "la primera vez que visitaba un museo y me encantó, tanto que me puse a llorar".

El perfil del visitantes de museos en España es una mujer de cuarenta y tantos años, con estudios superiores, suele visitarlos acompañada y reside en España. Pero, ¿quién no visita habitualmente nuestros museos? Familias con niños, adolescentes, personas mayores, turistas, personas con discapacidad, aquellos que viven en residencias de mayores, hospitales y centros penitenciarios, desempleados, inmigrantes y personas en riesgo de exclusión.

A personas como Mamadou, dentro de las prisiones, pero también a quien no sabe leer o escribir, a personas ciegas, a drogodependientes, a personas que no tienen trabajo o a inmigrantes. A ellos se dirige el Plan 'Museos+Sociales', un compromiso de 22 museos estatales, desde El Prado al Reina Sofía, pasando por el Museo de Altamira o el de Arte Romano de Mérida. Los museos buscan convertirse en lugares de todos, con todos y para todos.

El Plan 'Museos+Sociales' pretende ser el referente de un modelo de museo abierto y participativo que actúa en función de las necesidades de la sociedad. La iniciativa, presentada en el Museo Nacional del Romanticismo, persigue "museos abiertos, accesibles, interculturales, inclusivos y sostenibles", un plan en cuya elaboración han participado instituciones públicas, asociaciones de profesionales de museos, organizaciones del tercer sector y del mundo empresarial.

Con talleres, programas y actividades ya en marcha, 'Museos + Sociales' quiere que todos los ciudadanos tengan el mismo acceso, las mismas posibilidades, un trato igualitario, sin discriminación, sin barreras. Y todo ello para conseguir un objetivo: que los museos cambien vidas.