Matilde Conesa, la voz más transparente
La actriz radiofónica falleció este domingo a los 86 años
Madrid
En Radio Madrid, en la Cadena SER, se dice Matilde Conesa con emoción y con respeto. Es uno de esos nombres de la radio que ya no nos pertenecen, aunque sus dueños hayan paseado por estos pasillos y hablado por estos micrófonos, porque están ya en el cuadro de honor de la historia de este medio. Matilde Conesa, madrileña, nacida en 1928, fue, de todos ellos, la protagonista indiscutible de los dramáticos.
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Con Pedro Pablo Ayuso formó pareja indiscutible de estrellas radiofónicas en las radionovelas más afamadas de Sautier Casaseca, "mi jefe más severo", como solía recordar Matilde, que fue quien la enseñó a no tener prisa, a no correr leyendo el guión, a ir ahormando su voz al personaje. Desde que en 1947 ingresara en la compañía de actores de Radio Madrid, Matilde protagonizó heroínas de raza, mujeres amargadas, alegres vecinas, madres sacrificadas. Fue la Matilde de Matilde, Perico y Periquín, pero también dió vida a los clásicos, y a las adaptaciones de las grandes obras teatrales. De todas, recordaba con cariño Fortunata y Jacinta. Eran aquellos tiempos en que cuando acababa la emisión, la luz del estudio seguía encendida, porque con la tranquilidad de la noche, se grababan los dramáticos. "Yo -contaba Matilde- pasaba más tiempo en la radio que en mi casa. Allí me casé y allí me gané la vida".
Es de ley recordar que Matilde fue una gran actriz de doblaje, desde que en 1952 hiciera una prueba que la llevó, directamente, a poner la voz a Silvana Mangano en Arroz amargo. Las películas de Bette Davis y Lauren Bacall no serían iguales si no fuera Matilde Conesa quien pone la voz a estas dos grandes. Y era tan inmensa su tesitura que en TVE pudimos escucharla como la voz de Angela Channing, protagonista de Falcon Crest o de Avería, la bruja más malévola y cascarrabias de la La bola de cristal.