Las vascas no los quieren andaluces

Madrid

África empieza en Burgos. Es Maritxu la que piensa así. De algo menos de sesenta años, es mujer de armas tomar y trato poco afectivo. No del todo gustosa, Maritxu se ve envuelta en un viaje del Imserso. De los de reconfortante e interminable trayecto en autobús, desde San Sebastián a Sevilla. Ahí va Maritxu, con su táper de tortilla y con su hijo Iñaki, treintañero propietario de una tradicional taberna vasca, mus mediante, con aspiraciones de ayudante de Arzak. Para ambos, como para todo su círculo, lo de bajar al sur es como concursar en 'Supervivientes', una experiencia hacia lo exótico. Lo que desconocen este par de vascos es que todo lo exótico encierra un embrujo que resulta irracionalmente atractivo.

"La única opción posible es andaluza con vasco, que es la que tenemos nosotros. La mujer vasca no puede dejarse dominar por un andaluz. Es imposible" dice Óscar Terol en la presentación de la serie 'Allí abajo', comedia que Antena 3 estrenará en los próximos días. Óscar bromea, pero explica el chascarrillo, mucho más tópico y típico, de lo que pueda pensar alguien de fuera de Euskadi: "Nosotros, como humoristas del norte, siempre estamos pensando que la antípoda del vasco es el andaluz. Desde '¡Vaya semanita!' estamos con este tema. Hablamos de esto en las cenas…". Así explica Óscar el parecido temático entre '8 apellidos vascos' y 'Allí abajo' sin dejar de puntualizar que esta serie lleva armándose desde 2011, año en el que él ya le habló del proyecto a Diego San José, uno de los guionistas de la exitosa película, con el que Terol ha trabajado en ETB e incluso ha escrito algún que otro libro como 'Todos nacemos vascos'.

La idea original de esta ficción es de los creadores de 'El Príncipe', César Benítez y Aitor Gabilondo (Plano a Plano). Ellos se han encargado de colocársela a Antena 3 y de producirla. Óscar, le ha puesto el alma; lidera y coordina el equipo de guion (Marta Sánchez, Olatz Arrollo y Natxo López).

Merece la pena no dejarse en el tintero el nombre de ningún guionista cuando han logrado dar con un desarrollo basado en una historia divertida y sólida que se cimenta en unos personajes que quedan bien definidos desde la primera secuencia en la que aparecen. Conseguido sin recurrir a facilones diálogos descriptivos. El guion de 'Allí abajo' apuesta por dejarle al espectador la responsabilidad de descubrir cómo es cada personaje

Es una serie con un inicio arrebatador en el que las carcajadas se suceden. Tiene mucho ritmo y no pierde nunca de vista la atención del espectador para el que siempre tiene un estímulo que le hará disfrutar del capítulo como el que se come lentamente un delicioso postre para que le dure más.

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Sonia Martínez, directora de ficción de Atresmedia, admitía las dificultades que está teniendo Antena 3 para hallar una comedia que iguale el éxito que sí tienen sus series en otros géneros: "Cada cadena tiene ADNs que son su target y su público. A nosotros, la comedia nos cuesta más por nuestra composición del público. Hay que dar con determinadas teclas. No quiere decir que sea imposible, pero es difícil encontrar nuestro sitio en comedia. Creo que con 'Allí abajo' hemos encontrado lo que nos gustaría hacer, luego ya el público responderá. Intentamos buscar nuestro sitio en comedia, no queremos estar en lugares de otros"

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Con 'Allí abajo' han dado con una comedia de las que producen risotadas, sin caer en lo burdo, con una factura impecable -de cine-y que apuesta por el matiz en lugar de por la exageración. La potencia de 'Allí abajo' es que aúna fuerza con chispa, fruto del choque cultural que se produce entre los personajes vascos y andaluces.

Plano a Plano vuelve a hacer gala de un extremado cuidado en sus producciones. Podrán gustar más o menos, pero no se les puede negar que se manejan en la producción como orfebres para los que cualquier detalle es vital para el resultado de la obra.

Y sabían que para el éxito de esta comedia, para que surja la magia que engatuse al espectador, era básico rodar en Sevilla en escenarios reales, nada de platós. 'Allí abajo' es una serie con alma porque destila verdad y naturalidad por todos sus costados, en lo que también merece el elogio al trabajo de Johnny Yebra -director de fotografía- que juega magníficamente con la luz convirtiéndola en un elemento diferenciador más de ese doble escenario norte-sur. Iñaki Mercero, director de la serie, consigue meter al espectador en la historia y transforma a los personajes en seres absolutamente creíbles merced a un nada pretencioso uso de la cámara. En 'Allí abajo' todo es sencillo -que no simple- y muy cuidado, por eso todo resulta tan natural cuando lo que se nos está presentando es un choque de tópicos entre vascos y andaluces y la percepción que el resto de España posee de ambos.

Lo que tampoco admite la buena comedia, como es 'Allí abajo', son malos actores. Y esta serie posee un elenco realmente eficiente que deja momentos de mucha brillantez interpretativa. Actores a los que, tanto desde el guion como desde detrás de la cámara, se les ha exigido estar finos en el matiz: en el gesto, en una reacción e incluso en la manera de mirar está la gracia en muchas secuencias.

María León (Carmen) y Jon Plazaola (Iñaki) son los encargados de encabezar el reparto de esta historia de chico vasco baja al sur y allí termina conociendo a chica andaluza de la que terminará pillado tras una toma de contacto inicial bastante áspera. La base de cualquier comedia romántica que en 'Allí abajo' queda enriquecida por el trasfondo cultural e identitario que encierran las tramas y mueve a cada personaje. Los vascos son la fuerza; los andaluces, la chispa. Un elegante trabajo el de los actores que se han metido en los personajes que los guionistas les han entregado como el buzo que se ajusta el apretado traje de neopreno. El de Mariano Peña es, posiblemente, el único personaje que, aún resultando interesante sobre el papel, se desdibuja en pantalla. No le encuentra el tono; sin embargo, este desvergonzado y rancio anciano sevillano al que interpreta será uno de los ganchos para el gran público. Hay que darle tiempo y no hay que olvidar que se trata de una comedia que, perfectamente, puede aspirar a superar los 4 millones de espectadores.

Antena 3 ha dado con la que, bien protegida en su estreno, deberá convertirse en la comedia del año. Todo parte de que África empieza en Burgos, de que a las vascas no les gustan los andaluces y de que en Euskadi su gente es tan gris como su cielo y tan áspera como sus barbas. Tópicos y visiones reduccionistas que quedarán rasgados por las carcajadas y sonrisas que provoca sentarse 70 minutos para divertirse con esta deliciosa comedia llena de matices.