Sin comedor escolar en vacaciones en una de las regiones de España con mayor pobreza infantil

Murcia

"En esta región, con la escasez de medios que tenemos, con las cifras de paro que tenemos y -sobre todo- las de pobreza infantil, es un escándalo que estén los comedores escolares cerrados". Es la frase de uno de los portavoces de la FAPA Juan González, que agrupa a las asociaciones de padres y madres de la región de Murcia. La asociación ha entregado a los medios de comunicación un listado amplio de reivindicaciones para que su voz sea escuchada entre los políticos "ahora que prometen tanto durante la campaña electoral". Entre las peticiones de más medios, más profesores y la vuelta de la inversión educativa "a números de antes de los recortes" se ha colado esta petición que es, según los padres "muy urgente". La tasa de pobreza infantil para menores de 16 años en la Región de Murcia es del 26,7%, seis puntos por encima del conjunto de la población.

En la región de Murcia, los comedores escolares van a permanecer cerrados durante toda la semana santa -como en años anteriores durante periodo vacacional- y por eso los padres de la FAPA murciana recuerdan que "hay chiquillos que están pasando verdaderas necesidades de alimento en la región" y "habría que atenderles en los centros públicos aunque sean vacaciones". Uno de los portavoces de la FAPA reflexionaba así: "ya es triste que estén pasando necesidades de acceso a la cultura muchos niños, pero estamos hablando de que pasan necesidad… de alimento".

Canarias, Murcia, Extremadura, Andalucía y Castilla-La Mancha son las cinco regiones con mayor pobreza infantil, y también las que registran niveles más bajos de equidad educativa, según un informe presentado la semana pasada por Save the Children.

Además, según el informe ‘El estado de la pobreza en España’ elaborado por la Red Europea de Lucha contra la Pobreza y la Exclusión Social en el Estado Español (EAPN) el 34,1% de la población en la Región de Murcia, 501.969 personas, se encuentra en riesgo de pobreza o exclusión.

La cifra se ha incrementado ocho décimas porcentuales desde el año 2009, es decir, son 20.278 personas las que, en muy poco tiempo, han caído en esta situación de vulnerabilidad y antes no lo estaban.