'Carmen', un caso de violencia machista
La Compañía Nacional de Danza estrena el jueves 9 de abril 'Carmen', una versión del coreógrafo sueco Johan Inger alejada del costumbrismo, en la que pone sobre la mesa el tema de la violencia de género
Madrid
Carmen como mito, como icono y como símbolo de la libertad pero también de la destrucción, un personaje que ha bailado en puntas, descalza o con zapato de tacón sobre innumerables escenarios y en multitud de puestas en escena y que le llegó como un encargo de la Compañía Nacional de Danza al coreógrafo sueco Johan Inger.
¿Cómo contar una historia contada tantas veces? Inger elige la mirada de un niño sobre la violencia que envuelve a Carmen y se pregunta por su origen: “¿De dónde viene esta violencia? De algo que hemos aprendido como testigos o como víctimas. Por eso he elegido cambiar el personaje de Michaela por el de un niño, que representa la pureza y la inocencia y que se contamina de esta violencia por ser testigo de ella”.
Añade el coréografo que en este personaje hay "un cierto misterio", ya que ese niño podría ser "un niño cualquiera, podría ser el Don José de niño, podría ser la joven Michaela, o el hijo nonato de Carmen y José. Incluso podríamos ser nosotros, con nuestra primitiva bondad herida por una experiencia con la violencia que, aunque breve, hubiera influido negativamente en nuestras vidas y en nuestra capacidad de relacionarnos con los demás para siempre.”
Maltrato, violencia y destrucción que cristalizan en el espanto de la mirada de un niño, en una Carmen que se aleja de la peineta y la mantilla, de lo romántico y lo costumbrista. Sobre el escenario del Teatro de la Zarzuela no veremos Sevilla ni su fábrica de tabacos, sino un paisaje industrial de los años 60 del siglo XX. Vestuario de David Delfín y música original de Marc Álvarez en esta versión de la Carmen de Prosper Mérimée que nos enfrenta con un tema lamentablemente habitual en los informativos. José Carlos Martínez, director de la Compañía Nacional de Danza explica que esta versión “está basada en la violencia de género, es un crimen pasional como los que podemos ver todos los días en el telediario, desgraciadamente es algo que sigue existiendo hoy”.
Como entonces, ahora, en pleno siglo XXI, la Carmen de Mérimée tampoco se libra de ser asesinada por su antiguo amante. Una historia que nos vuelve a interrogar sobre la violencia y nuestra responsabilidad ante las próximas generaciones.