Rajoy pide al PP "no distraerse con asuntos intrascendentes o irrelevantes"

Madrid

“No voy a hacer ningún llamamiento a la unidad porque este es un partido unido”, decía Rajoy pero minutos antes sí había hecho ese llamamiento. Al inicio de su intervención ante la Junta Directiva Nacional del PP -que la prensa ha seguido una vez más a través de un plasma- interpelaba a los militantes de su partido y les pedía que dejaran de "distraerse con asuntos intrascendentes o irrelevantes".

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Tras una larga exposición de los magníficos datos conseguidos durante esta legislatura –“hay 884.000 personas más con tarjetas sanitaria que cuando llegamos al Gobierno”, “hemos mantenido nuestro sistema de educación”, “por primera vez en varios años, según Eurostat, los datos sobre pobreza y desigualdad están yendo a mejor”- también ha tenido tiempo para atacar a las nuevas formaciones, eso sí, sin nombrarlas: “La falta de experiencia no es un valor positivo en un ningún ámbito de la vida y menos cuando se habla de los intereses de 46 millones de personas”.

Y, de nuevo, el presidente volvía a poner en valor al Partido Popular: "Este partido nos ha dado mucho y esta sigla, PP, es la que nos va a hacer ganar de nuevo las elecciones y conviene que no lo olvidemos". Simplemente estaba cogiendo fuerzas para volver a atacar: "Tenemos la fortuna de formar parte de un partido del que todo el mundo conoce su importancia, aunque no les guste. Nuestra historia tiene más de 24 horas. Votarnos a nosotros no es hacer experimento ni jugar a la ruleta, no somos un foro de debate ni pandilla de amigos ni nos nutrimos de los que cambian de sigla ni buscamos candidatos por cafetería".

No quería hacer un llamamiento a la unidad pero ha hecho más de uno. Pronto volvía a insistir en que los logros del partido son un buen aval de cara a las elecciones: “Defenderlo es una tarea común de todos los que estamos aquí y de muchos más que creemos en el proyecto y debemos sentirnos orgullosos porque lo hicimos en situación de enorme dificultad”. Por si alguien no lo había escuchado antes, insistía: “Si queremos que lo entiendan debemos creerlo y no enredarnos en cosas que le importan a 25”, ha dicho, y los aplausos llenaban la sala.

Rajoy ha acabado asegurando que “el partido estará a la altura de las circunstancias” y dando las gracias a la dirección del partido: “Empezando por la secretaria general que ha lidiado situaciones muy complejas”, decía bajo la atenta mirada de una orgullosa Cospedal. “Empieza una nueva etapa que será buena para España, que es lo importante, y buena para el PP”, concluía, de nuevo, entre aplausos. Después, silencio en sus filas. El único que ha hablado ha sido Alberto Núñez Feijóo para admitir que el PP ha cometido "errores" a lo largo de esta legislatura que han provocado "cicatrices en el partido”.

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