Jordi Pujol hijo, sobre la herencia: “Queríamos una opacidad absoluta”
Pujol Ferrusola aseguró a la juez que supo de la existencia de una herencia de su abuelo a su muerte, en septiembre de 1980, cuando sus padres los reúnen a él y a su hermana Marta
Barcelona
Jordi Pujol Ferrusola, hijo del expresidente catalán Jordi Pujol, explicó a la juez que no dispone de documentación sobre la fortuna oculta porque llevaba las cuentas "en un papelito que se dejaba en el banco" y admitió que su familia buscaba "una opacidad absoluta en el tema del nombre".
Así consta en la declaración que el primogénito del expresidente de la Generalitat prestó como imputado el pasado 26 de marzo ante la juez que investiga la fortuna oculta por su familia, a la que explicó que los fondos ocultos en Andorra se habían multiplicado por diez tras ser invertidos en "láminas financieras" de titularidad opaca. A lo largo del interrogatorio, la juez emplazó a Jordi Pujol Ferrusola, que gestionó los fondos ocultos entre los años 90 y 92, a aportar documentación sobre los mismos y los movimientos bancarios que han experimentado en los últimos años.
Pujol Ferrusola, sin embargo, aseguró que llevaba las cuentas de la fortuna oculta en "un papelito que se dejaba en el banco" y que no dispone de documentación sobre los productos financieros en que se invirtió porque, argumentó, "las láminas, cuando tú las cambias, no hay papel". La juez reiteró a Pujol Ferrusola: "Me refiero a aportaciones que haya hecho usted, las cuentas, las fechas, extractos bancarios, ¿no los tiene o no quiere presentarlos?", a lo que el imputado contestó "No, no lo tengo". "No obstante, sería fácil aportarlos, ¿no?", insistió la magistrada, una pregunta que el primogénito del presidente de la Generalitat zanjó con otro: "no lo tengo".
Al preguntarle la juez si alguno de sus hermanos le pidió alguna vez que las cuentas que llevaba "las pusiera sobre la mesa, con toda la familia, para ver si cuadraban", Jordi Pujol lo negó tajantemente y adujo que estos confiaban "totalmente" en él. Jordi Pujol Ferrusola precisó a la juez que, cuando recibió el encargo de responsabilizarse de la fortuna heredada de su abuelo Florenci, el dinero "estaba colocado en láminas. Lo que queríamos era una opacidad absoluta en el tema del nombre y las láminas te lo daban y además te daban buena rentabilidad", añadió.
Una vez iban venciendo esas láminas, afirmó el primogénito de Jordi Pujol, las fue aportando a las cuentas de sus hermanos, que gracias a ese producto financiero opaco multiplicaron sus fondos hasta un millón de euros cada uno. "¿No le parece a usted una fantástica gestión desde el año 80 al 90 que se hayan multiplicado desde 140 que recibe del señor Mateu hasta esos 500 millones?", inquirió la juez a Jordi Pujol hijo, que se escudó en las altas "rentabilidades" que las láminas financieras tenían en la década de los 80.
Pujol Ferrusola aseguró a la juez que supo de la existencia de una "deixa" (herencia) de su abuelo a su muerte, en septiembre de 1980, cuando sus padres los reúnen a él y a su hermana Marta para explicárselo. Según su relato, Joaquim Pujol -primo de su padre y exsecretario de Presidencia- le encargó responsabilizarse de los fondos, pero sin facilitarle "ninguna referencia, ningún papel".
El motivo de esa falta de explicaciones sobre la fortuna era, según Jordi Pujol Ferrusola, que "esto desde el principio se ha considerado como un tema que no se pensaba. Eso se tenía allí. Era un hucha, no se consideraba". "Una hucha considerable, ¿no?", le espetó la magistrada, a lo que el primogénito de la familia contestó: "sí, considerable, pero nunca se ha tenido presente". Antes de finalizar su interrogatorio, la juez insistió a Jordi Pujol Ferrusola: "(...) ¿no hay ningún dato objetivo de la voluntad de su abuelo o de que efectivamente existía ese dinero en poder de su abuelo? ¿No hay ningún documento que acredite que su abuelo, efectivamente, poseía esa cantidad de dinero?". "No existe", concluyó Jordi Pujol Ferrusola.