Cien años de "Amor Brujo"

Madrid

El 15 de abril de 1915 amaneció nublado y fresco. Los termómetros no subieron de los 16 grados. El ABC de ese día, que costaba cinco centimos, llevaba en portada la fotografía de un acorazado con un grupo de cañones de gran calibre. En el interior, las noticias nos hablaban de los combates que se libraban en la primera guerra mundial. En la página 21, la de la cartelera, se anunciaba un estreno. En el teatro Lara, en la función de las diez de la noche, se iba a representar "Gitanería en un acto y dos cuadros", de Manuel de Falla. La estrella de la función era Pastora Imperio. Esa noche de hace un siglo, en ese teatro conocido como "la bombonera", el público escuchó, por primera vez, el "Amor Brujo".

La música, ya sabemos, era de Manuel de Falla. Es menos conocido que el libreto es obra de una mujer, María Lejárraga, aunque, como todo lo que escribió, lo firmaba su marido, Gregorio Martínez Sierra.

La crítica del ABC, publicada un día después, decía: "Podrá haber discusiones, pero lo que no admite duda es que Martinez Sierra y Falla han hecho algo muy artistico y digno de verse". Y claro que hubo discusiones y críticas buenas, como la del ABC, y malas también porque el "Amor Brujo" era algo casi experimental, demasiado moderno para muchos. El autor, que había pasado siete años en París, traía de allí la influencia de Debussy y Stravinsky, entre otros. La obra se estrenó en la capital francesa 10 años después. Se trataba de una segunda versión para gran orquesta y con más protagonismo del baile que corría a cargo de Antonia Mercé, la Argentina. Posteriormente, en 1933, Falla, con la colaboración de Federico García Lorca, hizo una versión de ballet que se ha mantenido en cartel hasta hoy.

Han pasado cien años. El "Amor Brujo" se ha convertido en una de las obras más versionadas e interpretadas de la música española. Carlos Saura la llevó al cine, con Gádes y Cristina Hoyos, la han interpretado voces liricas como Victoria de los Angeles o Teresa Berganza, la ha dirigido la batuta de Baremboin y ha sonado en la guitarra de Paco de Lucía.