Oblak frena al mejor Madrid
El Atlético sale ileso de un partido en el que el Real Madrid tuvo las mejores ocasiones pero siempre se estrelló con el esloveno en estado de gracia. Decidirá la vuelta en el Bernabéu
El derbi de la ida de los octavos de final de la Champions fue un duelo entre el Real Madrid... y el portero del Atlético. El equipo blanco fue el que sus aficionados esperan, sobre todo en la Champions. Dominó el partido de cabo a rabo y tuvo ocasiones de todos los colores. Pero todas acabaron de la misma manera: con una parada del guardameta tantas veces cuestionado en la portería rojiblanca.
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El partido no tardó en mostrar su cara. Porque a los tres minutos Gareth Bale tuvo la oportunidad de abrir el marcador con un mano a mano que el portero atajó de forma espectacular, con una mano que pareció salir de la nada. Falló Godín en la jugada para que el balón le llegara franca al galés.
Solo fue la primera de muchas paradas a las que se vio obligado el guardameta del que ya no se habla tanto de los 16 millones de euros que costó el pasado verano. Oblak respondió. Y con creces. No le quedaba otra, ya que el partido fue muy pronto un monólogo del Madrid, que hizo el mejor fútbol que se le ha visto -ante un rival de gran entidad- en bastante tiempo. La posesión al final del choque lo dice casi todo: 61,5% para los blancos frente al 31,8% de los rojiblancos.
Los de Ancelotti superaron en todas las facetas a los de Simeone. Tiraron 8 veces, casi todas con peligro, a la meta contraria. El centro del campo rojiblanco de Gabi y Mario Suárez no funcionó en ningún momento en lo que mejor sabe hacer: contener. El Atlético sufrió demasiado, más de lo que suele, y la pelota pasó mucho tiempo en su área, somentiendo a Oblak a una de las mayores reválidas de su carrera.
Probó fortuna Cristiano Ronaldo de lejos. Se encontró con el portero. Luego intentó otro zurdazo Gareth Bale. De nuevo Oblak ganó la partida. Y también James le pegó a la bola con el exterior de su zurda para ver el último paradón del esloveno.
No había manera. El Madrid atacaba por tierra, mar y el costado de Siqueira y siempre se encontraba con el mismo obstáculo. El Atlético tenía razones para celebrar el 0-0, un resultado con el que llegar con posibilidades a la vuelta de estos cuartos de final de la Liga de Campeones.
Eso sí, aguantar el resultado no le iba a resultar sencillo a los rojiblancos, que tardaron más de media hora en asomarse a la portería contraria. El primero en pisar ese terremno fue Griezmann, pero con un disparo sin complicaciones para Casillas.
Volvió a mostrarse el conjunto rojiblanco en la reanudación con un centro desde la derecha de Juanfran que Arda Turan remató de cabeza fuera. Pero los ataques del Atlético no se convirtieron en la tónica del encuentro. Lo hicieron la agresividad, los piques y los forcejeos.
En casi todos estuvo el delantero croata Mario Mandzukic, pero dando y recibiendo. Porque braceó lo suyo para hacerse con los balones que le llegaban, pero recibió también por todas partes. Primero, un codazo de Sergio Ramos que hizo que la sangre asomara a su rostro. Luego un puñetazo de Carvajal con posible mordisco incluido. El serbio Milorad Mazic, árbitro del encuentro, se desentendió de todas esas acciones.
El partido se calentó. Y Mandzukic más que nadie. Porque vio la amarilla y coqueteó durante un rato con la segunda. No se dio cuenta el Atlético de que eso no le llevaba a ningún sitio. Y Simeone demostró que no rehuye la pelea cuando quitó del campo a Griezmann para dar paso a Raúl García. Mandzukic, con amarilla y a mil por hora, se quedó en el campo.
Tampoco se marchó el croata cuando Simeone tiró de Fernando Torres a ocho minutos del final. Fue Koke, ya sin oxígeno, el que se marchó. Confiaba el Cholo en resolver en una contra un partido en el que había sufrido tanto. Y casi lo hace. Porque con el tiempo casi cumplido, el estandarte rojiblanco encaró a Ramos para intentar hacer el gol más importante desde su regreso. Le tapó el defensa.
Pero aunque el tiempo estaba a punto de terminar, quedaba bastante partido por delante. El justo para que Mario tuviese su oportunidad, para ver la amarilla de Marcelo que hace que se pierda el partido de vuelta, para que Cristiano intentara de nuevo batir -sin éxito- a Oblak.
El partido de vuelta no puede levantar más expectación. Pero, por si acaso, la estadística nos dice que viviremos un desenlace hasta ahora inédito. Porque los dos equipos han superado las eliminatorias en las que han tenido este resultado en la ida. El Madrid ante el United y el Atlético ante el Chelsea. Será un partido muy distinto a esos. Será el derbi de la Champions. El mejor partido que, hoy por hoy, se puede ver en esta competición.
Alfredo García
Coordinador digital de las emisoras de la SER. Anteriormente, y durante más de una década, fue responsable...