Una reválida tipo test
Educación plantea a las comunidades autónomas que las nuevas pruebas para obtener los títulos de secundaria y bachillerato sean un cuestionario de hasta 350 preguntas
Ya sabemos cómo serán las reválidas, una de las principales y polémicas novedades de la nueva ley de Educación. Las pruebas que los alumnos deberán superar para obtener el título de Eso y bachillerato (y que sustituirán a la actual selectividad) serán tipo test. Según el borrador de real decreto remitido por el ministerio a las comunidades autónomas, y que aún puede variar, consistirá en un cuestionario de hasta 350 preguntas dividido en tres partes. El examen medirá las competencias en lengua, matemáticas, ciencias y tecnología, comunicación lingüística, ciencias sociales y cívicas, sentido de la iniciativa y espíritu emprendedor y conciencia y expresiones culturales.
Las preguntas se plantearan con respuesta múltiple. Habrá cuatro opciones. En lengua oral y escrita serán de respuesta abierta.
El formato tipo test no convence a algunos expertos. José Vicente coordinador de las pruebas de acceso a la universidad de Valladolid considera que "evidentemente con un tipo test no llegar a conocer el alcance de los conocimientos de un alumno ni la madurez en la formación especifica que tiene."
José Vicente: 'Un test no te permite conocer los conocimientos de un alumno'
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El profesor de sociología de la Universidad complutense de Madrid, Rafael Feíto, cree que "el problema que tienen las pruebas que se están planteando es que son de lápiz y papel. Hay cosas que no podemos evaluar (con este formato) como la manera en que se expresa la gente, como se comunica, como resuelve un problema, como se expresa en otro idioma...Este tipo de pruebas es muy limitada".
Rafael Feito: 'Con este tipo de pruebas hay cosas que no podemos evaluar'
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El pedagogo Pedro Santamaría Pozo recuerda que la prueba no es lo único que cuenta en el expediente: "La reválida va a contar con un porcentaje con respecto a la nota final. No va a ser la nota final. Estamos hablando de una prueba complementaria para poder conocer un poco más a fondo el nivel de conocimiento de los alumnos". La LOMCE establece que, además de ser imprescindibles para obtener el título, las pruebas contarán para la nota media: un 30% en el caso de la de ESO y un 40% en la de bachillerato.
Pedro Santamaría : 'La reválida no es lo único que cuenta en el expediente del alumno'
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Santamaría cree que este tipo de evaluaciones son necesarias: "Yo entiendo este tipo de pruebas como una medida un tanto ejemplarizante de lo importante que es trabajar con esfuerzo, sacrificio y con dedicación a nivel actitudinal, ya que las organizaciones, las empresas, están pidiendo un rango de esfuerzo y de sacrificio muy alto".
La Federación de Enseñanza de Comsiones Obreras también ha críticado el examen. En un comunicado señana que 350 preguntas son "más del doble que la mayoría de exámenes de oposición a cualquier cuerpo o escala (100 para juez, por ejemplo). Se hace realmente dificil adivinar como van a resultar realizables para los alumnos con más dificultades". CC OO también incide en que el tipo test resulta "defiente para evaluar determinadas competencias". El sindicato cree que este tipo de pruebas incluidas en la ley educativa van a "limitar el acceso de alumnado a la educación superior" y pretende "ejercer un control ferreo sobre los contenidos que se imparten en los centros".
El borrador de Educación también confirma el calendario en el que empezarían a realizarse las pruebas. Las primeras están previstas para 2017 aunque en el caso de la de ESO no tendría aún efectos académicos. La de bachillerato no contaría para la nota medía pero si sustituirá a la actual selectividad y servirá, por tanto, como prueba de acceso a la universidad.
La propuesta va a ser debatida por el Gobierno y las comunidades autónomas en una reunión el próximo martes.