Cine y TV

Alberto Chicote: “Esto no vale ni para tomar por culo”

El chef Alberto Chicote mantiene su idilio con la pequeña pantalla; analizamos el por qué de su éxito

El chef Alberto Chicote / ATRESMEDIA

Madrid

Este miércoles estrenó nueva temporada 'Pesadilla en la cocina', el espacio del que es protagonista Alberto Chicote y que ya encara su cuarta entrega. Volvió con éxito en una noche complicada, con productos potentes contra los que competir.

La doble entrega de 'Pesadilla en la cocina' promedió un 12,8% con algo más de 2 millones de espectadores. Y es que este espacio no ha bajado de los dos millones y los 11,5 puntos en sus tres ediciones anteriores.

El elemento indispensable, Chicote. Es su programa y así lo percibe el público. Ni se compara este espacio con el original (el que presentó Gordon Ramsay en Reino Unido y EEUU) ni al chef español con el británico.

¿Cuáles son las razones del éxito de Alberto Chicote como personaje televisivo?

Con criterio y con formación

Que Chicote es un cocinero de prestigio no hay duda, al menos para el espectador medio. Entiende que se trata de una persona con formación suficiente como para reprochar a otros profesionales de la cocina lo que hacen mal.

En su trayectoria profesional, ha puesto en marcha varios negocios y nunca ha necesitado la televisión para ganarse la vida. En una época en la que la pequeña pantalla se llena de gente sin oficio ni beneficio dispuesta a todo por 10 minutos de gloria que inflen su bolsillo, los profesionales televisivos como Alberto Chicote se perciben como gente con criterio y merecedora del puesto que ocupa.

Coaching

Tanto en 'Pesadilla en la cocina', como en 'Top chef', Alberto Chicote se inclina por el análisis de situaciones y su posterior valoración. Esgrime el problema, del restaurante o del plato, y dibuja el camino a seguir para solucionarlo. Hace todo esto de una manera clara, sencilla y directa, con lo que el espectador capta el mensaje a la primera.

Es la técnica que se emplea en otros formatos de coaching como 'Hermano mayor'. También reconforta al espectador comprobar cómo el concursante o el dueño de un restaurante al que Chicote ha estado criticando recibe su halago y enhorabuena cuando empiezan a enmendar sus faltas. Terapia de confrontación que resulta muy televisiva.

En el fondo, todo lo que hace Chicote es para ayudar a unos desconocidos que lo están pasando mal. Ante el espectador, este hecho posee una fuerza brutal.

Sinceridad y naturalidad

En esa terapia de confrontación, los hay que se comportan como meticulosos y fríos analistas o los hay que se involucran en los casos que abordan. Chicote es de los segundos y eso trasciende.

Cuando el cocinero llega a una restaurante en problemas, se lo toma como si se tratase de un negocio propio que debe reflotar. Muestra una actitud sincera y natural con sus dueños y trabajadores reales y, por extensión con el espectador, que siente que este hombre es tal cual lo están viendo por la pantalla.

Palabras malsonantes y formas poco cuidadas

No se habían cumplido 20 minutos de programa cuando de la boca de Alberto Chicote ya habían salido un sinfín de improperios y palabras malsonantes al juzgar la situación que se encontró en el restaurante 'La estación', elegido para inaugurar la nueva temporada de 'Pesadilla en la cocina'.

Resulta muy atractivo que en televisión, alguien que se dispone a instruir y corregir a otros, se salga de lo establecido, de lo correcto, y emplee este tipo de expresiones, por ejemplo, al probar un tomate: "Esto no vale ni para tomar por culo".

Lo que en otros formatos televisivos grabados se editaría y se suprimiría, con Chicote forma parte del personaje. Sus maneras de expresarse, de comunicar y el lenguaje que emplea -coloquial, pero nunca vulgar- ayudan a transmitir la naturalidad y sinceridad del punto anterior. Un taco, lejos de restarle credibilidad, apuntala su marca.

Transmisión de valores

Chicote, entre tacos y broncas, expone una manera de entender la vida consistente en la lucha de un sueño, en la búsqueda de una meta a través del esfuerzo y la dedicación. Hacer para conseguir.

Otros valores que forman parte del ideario habitual de Chicote son el compañerismo, el respeto y la solidaridad entre trabajadores. En una sociedad individualista, plagada de casos de corrupción y en la que parece que es más fácil llegar al éxito a través de la trampa es reconfortante que un tipo con éxito haga del esfuerzo y el trabajo en equipo la bandera de sus discurso.

Productoras tras sus programas

Chicote se ha ganado el cariño del público tras conseguir la popularidad, un estatus al que le hubiera resultado más complicado acceder sin haberse hecho cargo de los programas que ha conducido.

Detrás de estos espacios se encuentran productoras solventes y especializadas en formatos de este tipo como son Eyeworks España ('Pesadilla en la cocina') y Boomerang ('Top chef'). Son productoras que han adquirido los derechos de formatos gastronómicos internacionales de éxito y han sabido darle el toque necesario para adaptar ese formato a la televisión nacional y a su conductor, Alberto Chicote.

Personalidad

Alberto Chicote es ya una marca televisiva, lo que ha llevado a Atresmedia a probar con él como reportero en esos dos especiales sobre alimentos que se han emitido recientemente en la noche del domingo bajo el nombre 'El precio de los alimentos'.

Ahí se ha podido ver a un Alberto Chicote más curioso y periodista, pero siempre reconocible. Y es que Alberto Chicote es un tipo con personalidad frente a una cámara que lo envuelve todo y que termina haciendo suyo cualquier tipo de formato por el que pasa.

 
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