El tren de levitación japonés supera los 600 km/hora
Este mismo tren batió el récord mundial de velocidad el pasado 16 de abril al alcanzar los 590 kilómetros por hora
Madrid
El tren de levitación magnética en fase de pruebas, que opera la ferroviaria nipona Central Japan Railway, batió este martes su propio récord mundial de velocidad al alcanzar los 603 kilómetros por hora, durante casi once segundos. El 'Magnetic Levitation' supera así su propia marca fijada en los 509 km por hora alcanzados tan solo hace cuatro días.
El tren 'Maglev' logró esa velocidad en la vía de pruebas de 42 kilómetros de longitud instalada en la prefectura de Yamanashi, a unos 35 kilómetros al oeste de Tokio.
Con la de este martes concluyen las pruebas que tenían como finalidad alcanzar estas velocidades punta. Según ha informado Central Japan Railway, no ha habido ningún problema ni incidencia.
El tren funciona mediante un sistema de levitación magnética que usa motores lineales instalados cerca de los raíles y que hace que el campo magnético eleve al tren hasta 10 centímetros por encima de los raíles y lo impulse, eliminando el contacto y haciendo que el único elemento de fricción sea el aire.
Central Japan Railway tiene intención de que el 'Maglev' empiece a operar en 2027 entre la estación de Shinagawa, al sur de Tokio, y la ciudad de Nagoya, en el centro de Japón. Asimismo, se espera que para 2045 el transporte una la capital con Osaka, en el oeste del país, en tan sólo una hora y siete minutos, mitad de la duración del trayecto actualmente.
El trayecto, de 286 kilómetros y que el tren bala cubre actualmente en 88 minutos, quedaría reducido a 40 minutos con el 'Maglev'.
Se espera que el tren circule a una velocidad máxima de 500 kilómetros por hora cuando empiece a operar en 2027. Por otra parte, se estima que el país asiático desembolsará alrededor de cien mil millones de dólares -la mayor parte destinado a la construcción de túneles-. Por ello, Japón intentará vender este sistema del tren bala al extranjero, con la realización de una serie de viajes en los que el primer ministro, Shinzo Abe, hará de representante de la infraestructura.